¿Cómo se forma un comando de la fuerza de combate y rescate helitransportada 669, una de las más prestigiosas de la Fuerza Aérea de Israel (FAI)? Un artículo acaba de compartir algunos secretos de esta unidad legendaria
«Para ser un combatiente en la unidad 669, debes completar un curso intensivo de capacitación de año y medio que se divide en cuatro etapas principales», cuenta el reportero militar Dor Palkovic en el website de la FAI.
Según explicó, una vez al año, decenas de soldados comienzan el curso que solamente la mitad de ellos termina.
En efecto, el duro entrenamiento dura dieciocho meses y está dividido en cuatro etapas, durante las cuales los soldados deben aprender a enfrentar situaciones extremas, como -por ejemplo- rescatar miembros de tripulaciones aéreas que puedan haberse visto obligados a eyectarse de sus aviones o evacuar fuerzas terrestres de las profundidades del territorio enemigo.
«Debemos pasar por una larga serie de entrenamientos en el aire, en tierra y en el mar para proporcionar a nuestros soldados las herramientas de combate necesarias«, que también permiten salvar civiles en situaciones similares, explicó el mayor «S», quien recientemente completó su trabajo como instructor en la escuela de la 669.
En la primera etapa, los soldados comparten la capacitación básica con los aspirantes a formar parte de la Shaldag, otra legendaria fuerza de operaciones especiales de la FAI y, luego, todos los combatientes participan en un curso de medicina.
«Cuando terminan el curso del médico, los combatientes comienzan la segunda etapa de su proceso de entrenamiento: la etapa fundamental», indicó el mayor «S», cuyo nombre se mantiene en secreto por razones de seguridad.
En la tercera etapa, durante la cual los combatientes reciben un entrenamiento más avanzado, los soldados mejoran ampliamente el nivel de sus conocimientos y de sus condiciones físicas.
Por ejemplo, si ya sabían hacer «rappel», la técnica de descenso vertical por las laderas de montañas, «en esta etapa aprenden a hacerlo mientras transportan a un soldado herido», explicó «S», además de recibir entrenamiento de escape y un curso de anti-terrorismo.
Otro oficial entrevistado, el sargento «Y», revela que, en esta tercera etapa, «ejecutamos un curso de comandantes, porque los equipos de combate son pequeños y, a veces, el combatiente en el campo de batalla será quien tome las decisiones«.
Finalmente, en la cuarta etapa, los combatientes «ejecutan ejercicios que se centran en sus misiones finales», aquellas que les esperan en la realidad del conflicto, dice el mayor «S», quien destaca que los soldados llevan a cabo también «prácticas aéreas y terrestres que fortalecen la cooperación con los escuadrones de helicópteros de transporte».
El sargento «Y» sintetiza: «en la cuarta etapa, ponemos en práctica todo lo que hemos aprendido durante el entrenamiento y ejecutamos misiones complejas».
Palkovic precisa que las operaciones de la 669 «no siempre se planifican» y que, por esa razón, los combatientes de la unidad deben estar preparados «para ejecutar una amplia variedad de misiones» que pueden ir desde la evacuación médica hasta una misión militar compleja en un país vecino.
«Nosotros nos entrenamos para estas cosas -dice el sargento ‘Y’-. A veces, cuando escuchamos la sirena, no sabemos a dónde vamos, por cuánto tiempo vamos a estar allí, y cuáles serán nuestras misiones», añade.
«Puede ser una extracción naval , vincularse con otras fuerzas, o rescatar pilotos caídos en lo profundo del territorio enemigo«, enumera.
«Servir en una unidad que ejecuta operaciones especiales es un desafío en sí mismo, y los combatientes están obligados a pensar de manera poco convencional para proporcionar soluciones únicas«, completa el mayor «S».