En el marco de este creciente fenómeno, en el 2019 las FDI le dieron sus nuevas insignias al primer teniente coronel cristiano del ejército israelí
El teniente coronel «I» (cuyo nombre completo se mantiene anónimo por motivos de seguridad) se volvió así en el oficial cristiano de más alto rango en las FDI, convirtiéndose -de paso- en «un ejemplo» para sus compatriotas, según sus propias palabras.
Las estadísticas de las FDI mostraban en el 2019 que unos 170 israelíes cristianos de habla árabe estaban en ese momento enrolados en el servicio militar.
Se trata de un fuerte aumento respecto de los apenas cien que se habían enrolado en el 2013, por ejemplo.
Para muchos de esos jóvenes la decisión de sumarse a las fuerzas armadas israelíes no es sencilla, ya que muchos de ellos habitan en poblaciones que comparten con árabes musulmanes, en general contrarios a sumarse a las filas del ejército, y algunos de ellos incluso abiertamente opuestos.
«Para mí es fácil: los cristianos de Israel quieren estar en Israel»
Sin embargo, para el teniente coronel «I» tomar este camino no fue tan complicado.
«Para mí es fácil: los cristianos de Israel quieren estar en Israel», afirmó en una reciente entrevista.
El oficial aseguró que, en los últimos años los cristianos de Israel empezaron a prestar cada vez más atención a lo que sucede con sus correligionarios en los países vecinos, desde donde suelen llegar noticias de violencia y maltrato.
«Ahora tenemos las redes sociales y es fácil ver lo que sucede con los cristianos en otros países de Medio Oriente, en Siria, en Irak, en Egipto, los cristianos masacrados por ISIS», por ejemplo, remarcó «I».
Pocas semanas atrás, la oficina de prensa de las FDI publicó en su cuenta de YouTube la entrevista con una joven soldado cristiana recientemente ingresada, como voluntaria, a las filas del ejército.
En su primera noche en el cuartel, «apenas hablé, porque me preocupaba que las otras conscriptas no me aceptaran», confesó Hadeel, una joven cristiana de 21 años nacida en una pequeña localidad del norte de Israel.
Pero, en el segundo día, cuando las pudo conocer mejor «y les conté mi historia, me adoptaron de una manera que nunca voy a olvidar», recordó.
Hadeel contó que fue durante su adolescencia que comenzó a «conocer más» sobre el país «y cómo vive la gente aquí».
Fue ese descubrimiento el que la hizo comprender «lo importante que es servir al país que me protege, que protege a mi familia y me da todos los derechos», afirmó.
«Sentí la obligación de hacer lo que todos hacían, y de darle todo lo posible a mi país», resumió Hadeel.
«Cuando hay una guerra y el ejército pelea, defiende a todos, no solo a los judíos»
De esta corriente de israelíes cristianos que deciden servir al país en sus fuerzas armadas surgió incluso una figura pública, Yoseph Haddad, de 35 años, quien ahora dedica parte de su tiempo a ser «embajador» de la imagen de Israel.
Haddad nació en Haifa, la norteña ciudad israelí donde desde hace siglos conviven judíos, árabes y cristianos, y creció en Nazaret, posiblemente el lugar más cristiano del país.
Su historia es una muestra de la diversidad israelí: Haddad sirvió en la unidad de élite Golani, de la infantería, llegó a ser sargento con quince hombres bajo su mando, resultó herido en El Líbano en el 2006, luego viajó a Canadá, volvió a Israel y comenzó una carrera de éxito en el terreno del marketing.
«Siempre digo que no son las Fuerzas de Defensa Judías, sino las Fuerzas de Defensa de Israel», apuntó durante una entrevista con el periódico Jewish Standard, de Nueva Jersey, en Estados Unidos.
«Me veo a mí mismo como un israelí -completó Haddad-. Cuando hay una guerra y el ejército pelea, defiende a todos, no solo a los judíos«.