El sargento mayor Gilad perdió una pierna en el 2002, durante una operación de rescate de soldados en Jenín. Veinte años después, está en servicio de reserva activo en el ejército de Israel.
«Era apenas otra noche durante la Operación Escudo Defensivo» en la primavera (boreal) del 2002, comienza el relato sobre la historia de Gilad que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) compartieron en su website.
Pero las cosas pronto cambiaron: el batallón de Gilad recibió un informe sobre heridos que necesitaban ser evacuados de las profundidades de Jenín y el sargento mayor fue uno de los primeros miembros del Comando del Frente Doméstico.
«Aunque estaba físicamente allí, no puede recordar nada de lo que ocurrió después de su llegada -continúa el perfil del soldado-. Puede deberse a los tiroteos y explosiones o a la velocidad» de los hechos que derivaron en un «evento traumático».
Con los compañeros en peligro, Gilad y los miembros de su escuadrón no dudaron ni un segundo: «Nuestro objetivo era llegar a los soldados, asegurarnos de que todos salieran a salvo y luego abandonar Jenín», rememoró el sargento mayor.
El escuadrón completó con éxito su misión pero, durante la evacuación, Gilad resultó gravemente herido en una de sus piernas. Fue evacuado a un hospital, donde la extremidad fue amputada y comenzó su rehabilitación.
«Fue un proceso largo, pero retomé mi servicio tan pronto como pude», relató Gilad
«Me uní a las FDI para salvar vidas y lo haré mientras pueda», aseguró Gilad, según el cual «la evacuación de víctimas y soldados es un valor supremo».
Ahora, el sargento mayor se encuentra en servicio de reserva activo en el Batallón 944 en el distrito Dan del Comando del Frente Nacional, una división del ejército que se especializa, precisamente, en la evacuación de heridos en momentos de necesidad.
Es la misma fuerza que se hizo famosa alrededor del mundo asistiendo, por ejemplo, después del terremoto del 2010 en Haití o el colapso de un edificio en los alrededores de Miami en el 2021.
«Después de que me amputaran la pierna debido a complicaciones, me esperaban dos oficiales de urgencias del Comando y, dos días después, el comandante de distrito me visitó», dijo Gilad.
El comandante estaba asombrado. «Tenía entusiasmo en su voz -compartió el oficial-. Cuando aún se estaba recuperando y no sabía si volvería a caminar, me prometió que haría ejercicios» para ponerse de pie y regresar al servicio.
«Gilad hizo una promesa y la cumplió», destacaron desde las FDI: hace pocos días sorprendió a su batallón al volver para el servicio de reserva.
«Tengo una pierna nueva pero puedo hacer cualquier cosa, no hay ninguna razón por que me perdería esto», aseguró. Además, concluyó, «el Comando del Frente Nacional es mi familia».