El video, difundido en la cuenta oficinal de la policía en Instagram, no ofrece muchos detalles, pero en un momento de las prácticas se puede ver el escudo del Yamam, una de las divisiones de élite de la fuerza
Yamam es el acrónimo en hebreo de «Unidad Especial Policial», una fuerza que combina las capacidades de una unidad SWAT con tácticas especiales para enfrentar actos terroristas, en particular ataques contra civiles y toma de rehenes.
La fuerza recibió a pricipios de diciembre de este año un ascenso de categoría, y pasó de ser la Unidad de la Policía contra el Terrorismo a convertirse en la Unidad Nacional de Lucha contra el Terrorismo de Israel.
El «upgrade» involucró, entre otras cosas, un aumento del presupuesto de la fuerza. Durante un acto para hacer el anuncio, el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, dijo que la unidad recibirá fondos adicionales por 10 millones de shekels (unos 3,2 millones de dólares).
Durante la ceremonia, Bennett dijo a los policías que el objetivo de la recategorización y el nuevo presupuesto es que Yamam «sea la mejor unidad antiterrorista del mundo, y que ustedes sean las personas adecuadas para el trabajo».
A lo largo de los años, los gobiernos de Israel «han sabido que hay alguien en quien pueden confiar» en materia de antiterrorismo
La unidad, continuó el primer ministro, «lleva a cabo una parte considerable de la actividad operativa de la policía de Israel y las fuerzas especiales».
Entre esa misiones se destacan, apuntó, «el rescate de rehenes de manera convencional y menos convencional, la lucha contra el terrorismo y sus infraestructuras, y la capacidad para llevar a cabo detenciones de alto riesgo, como en el mundo de los delitos graves».
«En todas estas áreas -completó Bennett-, el estado de Israel y sus líderes, a lo largo de los años, han sabido que hay alguien en quien pueden confiar«.
El prestio de la policía israelí a menudo traspasa las fronteras, como demostró la visita de dieciséis oficiales de las fuerzas de seguridad de los estados norteamericanos de Georgia, Tennessee, Carolina del Norte y Colorado, que llegaron al país para ver entrenar a sus colegas.
Las fuerzas del orden «aprenden al experimentar de primera mano cómo actuan otros policías en una variedad de culturas», señaló Brent Cummings, de la policía de Georgia, durante la visita realizada en noviembre.
Citado por el diario estadounidense Atlanta Journal-Constitution, Cummings afirmó que estos intercambios fomentan «el crecimiento y la iluminación sobre nuevas formas de abordar los desafíos» en el país de origen, «mejorando las comunidades en las que todos vivimos».