Después de la desafortunada declaración de uno de los ministros del gabinete de Benjamin Netanyahu, el tema del poderío nuclear del estado judío reapareció en el debate mediático. Pero, ¿tiene realmente Israel la bomba atómica?
A principios de noviembre, el ministro de Patrimonio de Israel, Amihai Eliyahu, del partido de extrema derecha Otzma Iehudit, deslizó su aprobación para una solución drástica a la presencia de grupos terroristas en la Franja de Gaza.
Durante una entrevista radial, un periodista le preguntó a Eliyahu si entre sus «expectativas» para la campaña militar lanzada contra el grupo Hamas después del ataque terrorista del 7 de octubre figuraba una opción «nuclear» para «arrasar Gaza y eliminar a todos los que viven allí».
Eliyahu recogió el guante y respondió que «esa es una manera» de acabar con Hamas y los otros grupos extremistas palestinos. «La segunda forma es descubrir qué es importante para ellos, qué les asusta, qué les disuade», porque «no le temen a la muerte», añadió.
Según interpretó el diario Times of Israel, el ministro «también pareció defender el castigo colectivo a los habitantes de Gaza, afirmando que ‘no existen civiles no involucrados'» en actividades terroristas en el enclave.
¿Una metáfora?
Después de conocerse estos comentarios, un habitual coro crítico emergió para condenar al ministro israelí, entre ellos voceros de países como China e Irán.
En el siguiente capítulo del escándalo, Eliyahu trató de dar marcha atrás, asegurando que, «para todas las personas sensatas, está claro que la afirmación sobre la (bomba) atómica es metafórica».
Eliyahu recibió una reprimenda por sus dichos, fue desautorizado por Netanyahu y por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y excluido de las reuniones de gabinete por tiempo indefinido, aunque no fue despedido.
Y, esta semana, el padre del ministro, el influyente rabino Shmuel Eliyahu, conocido por sus posiciones ultraconservadoras, volvió a la carga con comentarios provocadores.
«Ahora hay mucho debate sobre qué hacer con Gaza. ¿Para borrarlos? ¿Qué se va a hacer? ¿Lanzarles una (bomba) atómica? Es una opción«, dijo el rabino jefe de la ciudad de Safed durante una lectura de la Torá.
Los relatos bíblicos incluyen muchas historias de aniquilamiento de enemigos en la antigüedad, pero obviamente la opción nuclear no aparece en absoluto en la agenda de los jefes militares de Israel cuando se trata de Gaza.
La cuestión del poderío atómico de Israel, sin embargo, viene siendo motivo de especulaciones desde hace décadas, y la mayoría de los expertos coincide en que el estado judío cuenta con numerosas armas nucleares.
Los Jericho II
Aunque los sucesivos gobiernos de Jerusalén mantienen una política ambigua que no confirma ni rechaza la afirmación de que el país cuenta con bombas atómicas, las evaluaciones del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) afirman que existen y son por lo menos ochenta.
Según el SIPRI, una de las organizaciones más respetadas en este terreno, unas treinta bombas son de gravedad, para ser lanzadas desde un avión, y las restantes pueden ser disparadas mediante los misiles balísticos de mediano alcance Jericho II.
El instituto con base en Suecia estimó que estos misiles se encuentran instalados con «lanzadores móviles en cuevas en una base militar al este de Jerusalén», aunque otras versiones indican que algunas están desplegadas a bordo de submarinos Dolphin de la marina de guerra israelí.
Los expertos del SIPRI dijeron que, por ahora, «se desconoce el estado operativo de un nuevo misil balístico de alcance intermedio», el Jericho III. Pero recordó que, en el 2013, Israel llevó a cabo una prueba de lanzamiento de un sistema de propulsión de cohetes que «parecía ser» para ese misterioso misil.
En diciembre del 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó «por abrumadora mayoría» -señaló el reporte del SIPRI- una resolución sobre los riesgos de proliferación nuclear en Oriente Medio que instaba a Israel a renunciar a la posesión de sus bombas atómicas y adherirse «sin demoras» al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de 1968.
Exigencias y realidades
También le reclamó a Jerusalén colocar todas sus instalaciones nucleares «bajo salvaguardias integrales» del Organismo Internacional de Energía Atómica, el corolario de una lista de exigencias que es muy poco probable que Israel acepte o cumpla.
Turkish President Recep Tayyip #Erdogan called Israel a terrorist state and urged Israeli Prime Minister Benjamin #Netanyahu to explain whether Israel has nuclear weapons, Anadolu Agency reported.
— KyivPost (@KyivPost) November 15, 2023
????: AFP pic.twitter.com/53ospc7fqT
Incluso en medio de la política de «opacidad» sobre su propio arsenal nuclear, en agosto del 2022 el entonces primer ministro israelí, Yair Lapid, pareció admitir de manera indirecta la existencia de estos arsenales.
«El escenario operativo en la cúpula invisible sobre nosotros», dijo Lapid en aquella ocasión y en referencia al sistema de armamentos que protege al país, «se basa en capacidades defensivas y capacidades ofensivas, y lo que los medios extranjeros tienden a llamar ‘otras capacidades‘».
«Esas ‘otras capacidades’ nos mantienen vivos y nos mantendrán vivos mientras nosotros y nuestros hijos estemos aquí», completó Lapid, insinuando que las bombas atómicas de Israel son una realidad, aunque su objetivo sea de manera primordial la disuasión frente a sus principales enemigos, entre ellos Irán, y no Hamas en Gaza.