Expertos israelíes afirman que la época en que los ejércitos se enfrentaban «cara a cara» son ya cuestión del pasado lejano, y que -actualmente- las fuerzas de seguridad y defensa deben contar con recursos como una «nube» que permita el intercambio de datos en tiempo real, «para generar información operativa oportuna» y efectiva.
En ese sentido, la Israel Aerospace Industries (IAI) relanzó recientemente su sistema descentralizado de comunicaciones OPAL, que puede conectar en tiempo real a todas las unidades militares desplegadas por tierra, aire y mar, incluyendo tanques y aviones de combate de última generación, y que «redefine el campo de batalla», aseguran.
El sistema se puede instalar en una variedad de cazas avanzados, helicópteros de ataque, aviones de recarga, UAV, naves, centros de mando y control, así como estaciones base móviles y fijas.
Vale la pena leer los argumentos de la empresa israelí detrás del lanzamiento de OPAL.
«Muy atrás quedaron los días en que la guerra involucraba a dos ejércitos que se enfrentaban literalmente en el campo de batalla, en combate cuerpo a cuerpo», afirmó la IAI en un texto publicado en su website.
Según la firma israelí, «la guerra moderna, que se lucha con armas de alta tecnología en múltiples arenas – tierra, mar y aire-, es un asunto complicado, caracterizado por fuerzas asimétricas, el despliegue de múltiples entidades y con la necesidad de que trabajen juntas sin problemas, cada una desde su propio punto de vista«.
Esta nueva situación, aseguran, «requiere el intercambio de datos en tiempo real, para generar información operativa oportuna que permita un desempeño, control y gestión de la misión conjunta de manera efectiva y segura«.
Desde IAI señalan que el sistema OPAL está siendo desarrollado y probado desde hace cerca de veinte años, y que «ha evolucionado continuamente» para proporcionar soluciones a los ejércitos modernos.
El texto puntualiza que uno de los obstáculos clave para la interoperabilidad en el campo de batalla es «el desafío de lograr una conciencia situacional común a través de diferentes fuerzas».

«Considere este simple ejemplo: un soldado ve una amenaza en la segunda ventana del tercer edificio a su izquierda -grafican-, y utiliza esta perspectiva para describir la situación al helicóptero de ataque que neutralizará la amenaza«.
El piloto, continúan, «debe interpretar el mensaje de acuerdo con su propio punto de vista: un proceso subjetivo, vulnerable al error humano».
«Al permitir compartir una ubicación o una imagen de video de la escena, OPAL proporciona una imagen operativa común y objetiva a las fuerzas terrestres, navales y aéreas, mejorando la conciencia de la situación y facilitando la interoperabilidad» entre el soldado, el piloto del helicóptero y sus superiores, en este caso.
OPAL, afirman, «habilita los tres elementos clave necesarios para una verdadera interoperabilidad: conectividad, intercambio de datos y acciones«.
Según los voceros de IAI, este sistema «ofrece una mayor eficiencia operativa y letalidad: se habilitan más misiones por período de tiempo y se optimiza el uso de los recursos disponibles».
También brinda «mayor capacidad de supervivencia y seguridad de la misión», al mejorar la «conciencia de las amenazas» y reducir el tiempo de exposición.