Es el máximo astro del tenis argentino actual y a fines de setiembre último aterrizó en Israel por primera vez, para disputar la reedición del Tel Aviv Open
Algunos días después del torneo, y hablando desde Buenos Aires, llegó un repaso del impacto que la ciudad de Tel Aviv causó en Diego Schwartzman, el tenista favorito de los fanáticos judíos de este deporte en todo el mundo.
«Me sorprendió Tel Aviv, en el buen sentido» y «no esperaba que fuera tan increíble», contó Diego. Ahora, «es sin duda una de mis tres ciudades favoritas del mundo», aseguró.
Schwartzman, estaba preclasificado tercero en el torneo (detrás del serbio Novak Djokovic, quien terminó siendo el campeón, y del croata Marin Cilic) pero perdió en la primera ronda frente al francés Arthur Rinderknech.
Así fue que Diego se volvió rápido a la Argentina sin poder conocer mucho del resto de Israel, aunque sí tuvo la oportunidad de recorrer, caminando, gran parte de Tel Aviv.
https://twitter.com/telavivopen/status/1564297694167945222
Entrevistado vía teleconferencia por el Jerusalem Post, Schwartzman contó que caminó «en diferentes días durante mucho tiempo por casi todas las partes» de Tel Aviv y que, por eso, «puedo decir que es una ciudad asombrosa».
«Había tantas cosas increíbles -recordó-: gente joven, tantos bares, buenos restaurantes, cafeterías, espacios verdes como plazas y playas, la combinación de la ciudad y las tradiciones nuevas, modernas y antiguas».
«No esperaba que Tel Aviv fuera tan increíble», confesó el tenista argentino
«Me gustó la libertad de los jóvenes y la forma en que la gente vive allí», resumió el tenista, quien, de todas maneras, confesó que sus expectativas incluían «ver a más gente religiosa» en Tel Aviv.
Schwartzman vino junto con sus padres, Ricardo y Silvana, quienes también visitaron Israel por primera vez. Ellos, reveló, sí tuvieron tiempo de conocer Jerusalén, la histórica capital del país.
Después del primer «flechazo de amor» con Israel, el tenista, de 30 años, le confirmó a su entrevistador, Howard Blas, que su intención es «volver como turista y visitar otros lugares».
«Veo que todo está cerca, como el Mar Muerto y Haifa» y «en este momento hay paz y no hay conflicto: es un buen momento para venir», estimó Schwartzman, quien declaró: «regresaré seguro».
Más allá de las anécdotas sobre Tel Aviv, Diego Schwartzman también compartió su reflexión sobre el encuentro que tuvo con Noam Gershony, el famoso jugador israelí de tenis en silla de ruedas.
Diego incluso jugó -también en una silla de ruedas- algunas pelotas con Gershony, de 39 años, medalla de oro en los Juegos Paralímpicos del 2012 en individuales y de bronce en dobles, junto a Shraga Weinberg.
«No me podía mover, no se cómo lo hacen», confesó. «Cuando lo intentas, te das cuenta de lo difícil que es para ellos, no solo para jugar, sino también para moverse y golpear como lo hacen», elogió Diego.