El espectacular triunfo de este sábado por 5-2 sobre Austria le permite a la selección israelí de fútbol, conformada por jugadores judíos y musulmanes, soñar, aunque sea por unos días, con un lugar en el mundial de Qatar 2022
Israel está disputando las eliminatorias europeas para el mundial como parte del Grupo F, adonde ocupa el segundo lugar, detrás de la poderosa Dinamarca.
Según las reglas, el equipo que termina primero en cada uno de los diez grupos clasifica directamente para el torneo de Qatar (que arranca el 21 de noviembre del año próximo) y los segundos disputarán un repechaje por los restantes tres lugares.
Es un camino muy largo y casi imposible para Israel, que no participa de un mundial de fútbol desde México 70, pero ningún obstáculo le impide soñar a los aficionados del combinado nacional, en especial después de una exhibición como la del triunfo frente a Austria en Haifa.
Ya este martes se podrá tener una mejor medida de la capacidad del seleccionado de Israel, cuando el equipo enfrente a Dinamarca en Copenhague.
Los dinamarqueses cuentan con 15 puntos, fruto de un impactante desempeño de cinco triunfos. Israel sigue con 10 puntos, y atrás, al acecho, se encuentran Escocia con ocho y Austria con siete.
El grupo lo completan los dos equipos considerados más débiles: Islas Faroe y Moldova, ambos con apenas un punto.
La última vez que el seleccionado de fútbol de Israel participó de un mundial fue en México 70
Es decir que, hasta el partido con Dinamarca, Israel estaría entrando al repechaje por uno de los cupos europeos para Qatar 2022, una razón suficiente para disfrutar el momento e ilusionarse.
Otra razón es el actual desempeño del equipo, entrenado desde el 2020 por el austríaco Willibald Ruttensteiner.
El propio primer ministro de Israel, Naftali Bennett, se rindió ante el triunfo casi perfecto del seleccionado y escribió en sus cuentas en las redes sociales: «uno de los mejores juegos que hemos tenido» en la historia del fútbol nacional, afirmó.
A pleasure to watch the amazing team spirit in this diverse and talented Israel team who beat Austria 5-2 and are now second in their World Cup qualifying group. Arabs and Jews played together and scored together for Israel, the captain a Circassian Muslim. ???????? pic.twitter.com/AocYcroAaZ
— Michael Dickson (@michaeldickson) September 4, 2021
«Es una sensación increíble, fue un gran partido para todo el equipo», dijo por su parte una de las estrellas de la selección, el delantero Eran Zahavi, quien convirtió dos goles en la victoria del sábado.
«Es difícil bajar a la tierra» después de un triunfo como el del sábado frente a Austria, reconoció un jugador israelí
Hablando con el Canal 12 de la televisión local, Zahavi, jugador del PSV Eindhoven holandés, matizó recordando que ahora «tenemos un partido importante contra Dinamarca el martes».
De todas maneras reconoció que «es difícil bajar a la tierra después de un partido como este (contra Austria), fue un gran juego».
Otro de los futbolistas israelíes que marcó en el partido jugado en el estadio Sammy Ofer de Haifa fue Moanes Dabour, uno de los mejores futbolistas árabes musulmanes del país.
Dabour, actualmente jugador del Hoffenheim, de la primera división de Alemania, estuvo en el centro de la tormenta por unos comentarios durante los disturbios de mayo último en Jerusalén, que precedieron el conflicto con los grupos radicales islámicos de la Franja de Gaza.
Tras uno de los choques de residentes palestinos con la policía israelí, Dabour publicó en su cuenta de Instagram una fotografía de la mezquita Al Aqsa de Jerusalén con la leyenda «Dios se ocupará de los perpetradores de injusticias».
El capitán de la selección de Israel, el querido Bebras Natcho, es musulmán circasiano
Obviamente la declaración no cayó nada bien con los fanáticos judíos de la selección, algunos de los cuales abuchearon al jugador durante el partido del sábado, aunque -después del gol de Dabour- los silbidos se cambiaron por aplausos.
El futbolista israelí árabe ya había emitido un pedido de disculpas y en estos partidos está jugando con todo el corazón en favor de la selección y con el apoyo de todos sus compañeros.
De todas maneras, este pequeño alboroto fue un recordatorio del «gran conflicto de la sociedad israelí» durante «una noche de locura» y alegrías, según resumió el diario deportivo One.
Además de Dabour, otros jugadores musulmanes brillan en el combinado nacional israelí, comenzando por nada menos que su capitán, el mediocampista Bebras Natcho, quien juega para el Partizan, de Serbia.
Natcho -uno de los deportistas más apreciados en Israel- es un musulmán circasiano y, a los 33 años, forma parte de la selección desde el 2010.
Las historias de Natcho y de Dabour, con sus distintos perfiles e impactos, forman, al fin y al cabo, parte de la sociedad israelí. Y el seleccionado está mostrando que, para avanzar como país, la única regla es la convivencia.