El seleccionado juvenil de Israel enfrentará el martes de esta semana, 30 de mayo, al combinado de Uzbekistán para dirimir uno de los partidos de octavos de final del Mundial Sub 20 de fútbol que se está llevando a cabo en Argentina, y el ticket para un escalón más hacia la gloria.
Los israelíes se clasificaron agónicamente en su último partido en el Grupo C, el 27 de mayo ante Japón, después de haber jugado mal durante un tiempo y medio y despertarse después de quedar con diez jugadores.
Con empuje y algo de juego brusco, el equipo entrenado por Ofer Haim logró revertir el 0-1 con los goles de Roy Navi a los 76′ y Omer Senior ya en tiempo de descuento, desatando el delirio en el estadio Malvinas Argentinas en Mendoza, en la zona centro andina de la Argentina.
Después del «milagro», Haim no se anduvo con chiquitas: «no le tenemos miedo a nadie», declaró el DT. Para sus jugadores, aseguró, «el cielo es el límite».
Campeón vs. subcampeón
Por lo pronto, el primer nuevo obstáculo será esta semana el seleccionado de Uzbekistán, que llegó a la Argentina con la corona de campeones juveniles de Asia. (Israel, que juega en la UEFA, aterrizó en el aeropuerto de Buenos Aires con el título de subcampeones de Europa).
El conjunto entrenado por Ravshan Khaydarov busca ahora un impacto global después de sorprender en la clasificatoria asiática y cuenta con un arma poderosa, el delantero Shakhzodjon Nematjonov, quien viene de marcarle dos tantos a Guatemala en el partido que les permitió pasar a octavos de final.
Uzbekistán terminó segundo con cuatro puntos en el Grupo A del Mundialito, la misma cantidad que Nueva Zelanda pero con mejor diferencia de gol (+2 contra -3). Guatemala quedó último, sin unidades, y Argentina cerró con puntaje ideal (nueve unidades).
De hecho, en su partido debut en el torneo, los uzbekos sorprendieron al seleccionado juvenil argentino abriendo el marcador a los 23′ gracias a un potente disparo desde adentro del área a cargo de Makhmudjon Makhamadjonov.
Las cosas volvieron luego a una cierta normalidad con los tantos de Alejo Véliz y Valentín Carboni pero el equipo dirigido por Javier Mascherano tuvo que trabajar duro para derribar la resistencia de Uzbekistán.
Israel, por su parte, había arrancado con sabor agridulce el 21 de mayo en el estadio Diego Maradona, en La Plata, cuando perdió 1-2 frente a Colombia, después de haber estado en ventaja y mostrando un buen juego.
Empuje electrizante
La performance israelí se desdibujó luego en el empate frente a Senegal 1-1 y, cuando parecía todo perdido, el electrizante empuje de los últimos quince minutos contra Japón compensó la angustia y depositó al conjunto de Haim en estos octavos de final.
La prensa deportiva israelí quedó satisfecha con esa pequeña «revolución» en el juego y en el espíritu en el choque contra los japoneses y ahora incluso se atreve a especular sobre unos posibles cuartos de final con nada menos que Brasil.
El gigante sudamericano es «por supuesto el favorito» ante Túnez y «todo apunta a que estarán en los cuartos de final», explicó a sus lectores el portal deportivo israelí One. Y, «si Israel logra superar a Uzbekistán y sorprender a Brasil también, equipos como Uruguay y Estados Unidos pueden esperar en las semifinales», se entusiasmó.
Más aun: «Ofir Haim no tendrá encuentros contra selecciones como Argentina, Italia o Inglaterra sino hasta la final», apuntó One en un exceso de optimismo.
Para encarar este camino de hazañas, el entrenador cuenta con un buen arquero, Tomer Zarfati, un par de defensores que mostraron agallas ante Japón, Or Alon Israelov y Stav Lamkin, y un delantero que se las arregla relativamente bien en solitario, Dor Turgeman.
Un «asesino silencioso»
Sin embargo, las revelaciones que brillaron en el partido del milagro en Mendoza salieron desde el banquillo, y fueron los autores de los dos goles de la victoria: el volante Senior, del Hapoel Tel Aviv, y el también mediocampista Roy Navi, estrella naciente del Maccabi Tel Aviv.
Los reporteros del diario One bautizaron a Navi como «el asesino silencioso» y señalaron que, «en el silencio que caracteriza su corta carrera hasta el momento», el jugador, nacido el 3 de abril del 2004, «trajo un punto de inflexión en el juego» del seleccionado Sub 20 que sigue adelante en Argentina.
Israel y Uzbekistán se jugarán por completo para quedarse con el boleto a los cuartos de final del Mundialito -un torneo que a menudo lanza a la fama a grandes nombres del fútbol global- este martes a las 18, hora de Argentina.