Concluyeron las competiciones en la capital japonesa y ya es oficial: con cuatro medallas (dos de ellas de oro), Tokio 2020 fueron los mejores juegos olímpicos de la historia para Israel
Hasta ahora, el mejor desempeño del deporte israelí se había registrado en Atenas 2004, cuando Gal Fridman obtuvo una medalla dorada en windsurf y Ariel Zeevi lo acompañó con otra, de bronce, en judo.
Pero Tokio 2020 finalmente rompió el récord, con las preseas de oro para Linoy Ashram en gimnasia rítmica y Artem Dolgopyat en gimnasia artística, además de los bronces para Avishag Semberg en taekwondo y para el equipo mixto de judo, dejando al país en el puesto 39 del medallero.

Con su triunfo, Linoy se convirtió en la nueva princesa del deporte de Israel. La joven atleta de Rishon LeTzion llegó a Tokio con expectativas de podio, pero no dejó de ser una sorpresa su brillante actuación y cómo dejó de lado a las favoritas rusas.
«No hay duda de que cada miembro de la delegación es un ejemplo de excelencia»
Yael Arad, la primera medallista olímpica israelí de la historia (plata en judo en los juegos de Barcelona de 1992), afirmó que los atletas que viajaron a Tokio fueron parte de «una delegación sólida, formada por deportistas y entrenadores que llenaron nuestros corazones de inmenso orgullo».
«No hay duda de que cada miembro de la delegación es un ejemplo de excelencia», resumió Arad en una columna publicada en el diario Israel HaYom.

Además de los que subieron a los podios, otros atletas israelíes cumplieron buenas actuaciones, como Nicol Zelikman, quien acompañó a Ashram en la final de gimnasia artística y terminó en un sorprendente séptimo puesto.
Precisamente, la gimnasia rítmica fue una gran fuente de alegrías para Israel, ya que en las últimas horas de los juegos en Tokio las integrantes del equipo de la competencia grupal terminaron en un notable sexto lugar.
En Tokio 2020 se recordó por primera vez durante la ceremonia de apertura a los israelíes asesinados en Munich 72
Por su lado, la corredora Lonah Chemtai Salpeter, nacida en Kenya pero ciudadana israelí desde el 2016, se ganó los corazones de los aficionados por su participación en la maratón femenina.

Lonah había llegado como favorita para el podio, pero unos dolores abdominales la obligaron a detenerse cuando estaba en los primeros lugares y faltaban apenas cuatro kilómetros para terminar.
Después de recuperar el aliento por veinte minutos, Salpeter volvió a la calles y terminó la maratón, en el puesto 66 pero con orgullo. Al final, lloró porque no pudo darle una medalla al país que la adoptó.
Finalmente, un detalle muy importante y emotivo: en Tokio 2020 se llevó por primera vez a cabo un homenaje oficial, durante la ceremonia de apertura, para recordar a los once atletas israelíes asesinados en Munich 1972.