La atleta israelí Linoy Ashram brilló este sábado y superó las expectativas al quedarse con la medalla de oro en la final de gimnasia artística en los juegos olímpicos de Tokio 2020
Linoy dejó en el segundo lugar a una de las más grandes favoritas y dominadora de la categoría en los últimos años, la rusa Dina Averina, mientras que tercera terminó la bielorrusa Alina Harnasko.
La israelí tuvo estupendas performances de punta a punta en el All Around, quedando primera -en solitario o compartiendo el lugar- en todos los elementos: cinta, clavas, pelota y aro.
Como si fuera poco, la otra gimnasta israelí, Nicol Zelikman, terminó en un histórico séptimo puesto
En su actuación con la cinta, Linoy eligió como música de fondo nada menos que una versión del «Hava Nagila».
Esta es la segunda medalla de oro para Israel en los juegos de la capital japonesa. El domingo último, Artem Dolgopyat se alzó con una presea dorada también en la gimnasia.
Israel suma ahora cuatro medallas en estos juegos, un récord para el país. Las otras dos preseas fueron bronces para Avishag Semberg en taekwondo y para el equipo mixto de judo.
Por si fuera poco para Israel, que logró así su primera medalla olímpica en gimnasia rítmica femenina, otra representante del país, Nicol Zelikman quedó en un histórico séptimo puesto en esta final, con 95.600 puntos.
Ambas esperaron abrazadas en el estadio japonés la divulgación de los puntajes finales preparados por los jueces.
Las performances de Linoy fueron para «levantarse de la silla y aplaudir de pie», dijo la prensa israelí
Al oro, Linoy llegó gracias a sus 107.800 puntos. Luego vinieron Averina con 107.650, Harnasko con 102.700 y la hermana gemela de la campeona rusa, Arina, quedó cuarta con 102.100.
La prensa deportiva israelí se deshizo en elogios para la nueva princesa olímpica del país. «La mejor del mundo, para levantarse de la silla y aplaudirla», tituló el website del Canal 1 de deportes.
«En esta competencia, Linoy demostró la importancia de la mentalidad» ganadora, añadió la emisora.
Ashram, escribió por su lado el sitio deportivo Sport5, «firmó en Tokio uno de los mayores logros deportivos de Israel». La gimnasta, agregó, «se hizo cargo de las expectativas, con gran éxito».
En efecto, Ashram había llegado a Tokio como la gran esperanza israelí para quedarse con una medalla en estos juegos olímpicos. Y la joven, nacida hace 22 años en Rishon LeTzion, cumplió con creces.