La atleta Lonah Chemtai Salpeter nació en Kenya en 1988 y es ciudadana de Israel desde el 2016. El sábado corrió la maratón en los juegos olímpicos de Tokio 2020, para la cual estaba entre las favoritas, pero no ganó y lloró por no poder quedarse con una medalla para su nueva patria
Lonah, de 32 años, tiene una historia de vida apasionante. Nacida y criada en un pequeño poblado sin agua corriente en el condado de West Pokot, en el oeste de Kenya, cerca de la frontera con Uganda, llegó a Israel en el 2008.
Al país la trajo un empleo: niñera de los hijos de un diplomático de su país destacado en Israel. Mientras se adaptaba al nuevo ambiente, Lonah corría y hacía otros deportes.
Hasta que un día, en el 2010, la embajada alentó a sus empleados a participar de una carrera de diez kilómetros en Tel Aviv. La joven se anotó sin pensarlo dos veces, y terminó el recorrido en apenas 47 minutos.
Era una buena razón para seguir corriendo, lo que hizo en un parque de Hertzlía, en los alrededores de Tel Aviv, donde vivía la familia de diplomáticos con la que trabajaba.
Lonah tuvo el apoyo de ministros y diplomáticos para obtener la ciudadanía de Israel
Una cosa trajo a la otra y Lonah terminó corriendo junto a un grupo más profesional que se entrenaba en el parque. Correr la acercó también al amor: tras una lesión tomó una cita con un kinesiólogo, cuyo compañero de cuarto también participaba de maratones.
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Se trataba de Dan Selpeter, quien -con el tiempo- se convirtió primero en su entrenador, luego en su esposo y, finalmente, en el padre de su hijo, Roy.
El desempeño de Lonah la puso en carrera hacia una posible participación en los juegos olímpicos de Rio de Janeiro, del 2016. Cuando estuvo en condiciones de clasificarse, las autoridades israelíes finalmente le otorgaron la ciudadanía.
Entre sus impulsores estuvo nada menos que la entonces ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev, y un ex embajador de Kenya en Israel, Augostino Njoroge.
«Kenya e Israel son muy buenos amigos», dijo en aquel momento el diplomático. «No podemos entregarles la medalla, pero podemos darles a alguien que pueda traer la medalla, porque para eso están los amigos», afirmó.
«Estaba realmente orgullosa de representar a Israel y preparada para luchar por una medalla»
Los juegos de Rio de Janeiro resultaron una decepción para Lonah y Dan, ya que la ahora ciudadana israelí no pudo completar la maratón. A partir de ese momento, todos los esfuerzos apuntaron a Tokio 2020.
Al llegar el momento de los juegos en la capital japonesa, Lonah era señalada como una de las favoritas para ganar la carrera. De hecho arrancó muy bien, llegando a estar alternativamente en los primeros tres lugares.
Pero una serie de dolores abdominales, sumados al duro calor en Tokio, la obligaron a detenerse cuando faltaban apenas cuatro kilómetros. Después de veinte minutos, volvió a las calles para terminar la maratón, y así fue que llegó en el puesto 66.
«Hice lo mejor que pude», dijo la atleta apenas pudo recuperar el aliento. «Estaba realmente orgullosa de representar a Israel, preparada para luchar por una medalla, pido disculpas», agregó entre lágrimas.
Lonah había hecho todo lo posible para darle una medalla al país que la adoptó y le dio una familia. Ahora deberá apuntar a las próximas olimpiadas.