Un equipo de alumnos de un liceo secundario de la ciudad de Buenos Aires construyó una caja fuerte inviolable y logró abrir dos de las desarrolladas por los grupos rivales en una competencia llevada a cabo en la capital argentina, y ahora viajarán a Israel para participar de un certamen internacional de ciencias aplicadas.
La competencia fue organizada por la organización de Amigos Argentinos del Instituto Weizmann de Ciencias, una filial local que apoya las actividades de la reconocida universidad israelí.
El desafío consistió en la elaboración, por parte de equipos de estudiantes de entre 16 y 17 años, de una caja fuerte con mecanismos basados en principios físicos. El colegio ganador, la Escuela Media Técnica de la Universidad de Buenos Aires, representará a la Argentina en el Torneo Internacional en Israel.
Para vencer la competencia, los jóvenes alumnos aplicaron sus conocimientos sobre fenómenos ópticos, el efecto estroboscópico, el electromagnetismo y los capacitores. Ninguno de los otros equipos logró descifrar el sistema que montaron para clausurar su caja fuerte.
Los estudiantes del equipo ganador, Luciano Sejas Paiti, Jazmín Casbarian, Rut Mamani Pérez, Rafael Terceros y Sofía D’Ecclesiis viajarán a Israel en marzo próximo junto a su tutora y docente, Paula Leales.
Durante cinco meses, cinco equipos de cinco escuelas secundarias argentinas desarrollaron una caja fuerte con mecanismos basados en principios físicos. En el certamen, cada grupo tuvo que intentar vulnerar las cajas de los otros colegios, y lograr que no abrieran la suya.
Además del liceo ganador, de la competencia participaron el Instituto Industrial Luis A. Huergo, el Colegio Tarbut, el Colegio Madre Teresa y el Colegio Israelita General San Martín de la ciudad de Córdoba, al norte de Buenos Aires.
«El Desafío Nacional de Física tiene el objetivo de multiplicar en la Argentina una experiencia de aprendizaje de ciencias, de modo creativo y lúdico», dijo el presidente de Amigos Argentinos del Instituto Weizmann, Hugo Sigman.
Según el empresario argentino, se trató de «una oportunidad única para que los estudiantes desarrollaran sus conocimientos más allá del ámbito del aula».
«Para los estudiantes fueron meses de mucho pensar, experimentar, equivocarse y volver a empezar», dijo por su lado Emanuel Benatti, coordinador científico del Desafío y docente del Instituto Politécnico y de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, de la Universidad de Rosario, también al norte de Buenos Aires.
Según el académico, «este tipo de iniciativas los hace acercarse a la física de una manera muy diferente a la que están acostumbrados en el aula».
«Fue una alegre sorpresa encontrarse con chicas y chicos curiosos y entusiasmados por la física porque faltan muchos estudiantes en esa área» en Argentina, añadió Laura Steren, una de los cuatro miembros del jurado, en declaraciones a un diario local.
Steren, que es doctora en Física, destacó que el 40 por ciento de los participantes del certamen estuvo compuesto por alumnas de los liceos, en contraste con apenas el 25 por ciento de mujeres entre los físicos del país.
El Weizmann es considerado uno de los institutos de ciencias más prestigiosos del mundo y de allí salen constantemente descubrimientos que se aplican en numerosas nuevas invenciones.
Solamente el año pasado, productos desarrollados con conocimientos desarrollados en el Instituto Weizmann facturaron 37.000 millones de dólares en todo el mundo.