La joven mexicana Gabriella Strigler fue la encargada de encender una de las antorchas que cada año adornan la ceremonia central de Iom Haatzmaut en Israel, en su caso, representando a los judíos de la diáspora
Más precisamente, Gabriella llegó a Israel como representante de los jóvenes judíos voluntarios en tareas humanitarias en todo el mundo, tal como precisó la mexicana durante una entrevista con el website de la cadena informativa Arutz Sheva, y encenderá una de las antorchas que representan a las doce tribus de Israel.
Durante la conversación con el reportero israelí, Gabriella contó que forma parte de una organización no gubernamental llamada CADENA, que tiene su base en México y opera en otros países latinoamericanos, como Argentina, Costa Rica, Chile, Colombia y Guatemala y también en Sudáfrica.
Entre algunas de las misiones de las que participó Gabriella se cuentan la asistencia a los damnificados por el paso de las tormentas Iota y Eta en Honduras y actividades contra el avance del coronavirus en México.
«Estuvimos en Honduras durante una semana, cuando llegamos allí estaba todo devastado, con gente viviendo en los techos» de sus casa a causa de las inundaciones, relató la joven mexicana.
Una vez desplegados en una de las zonas afectadas por las tormentas, continuó, «entregamos filtros» purificadores, «porque la gente no tenía agua» potable «ni tampoco electricidad». También distribuyeron lámparas solares y prestaron atención médica y psicológica a los evacuados, añadió.
«La sensación de recibir la gratitud de la gente» a la que se estaba asistiendo, «es la más maravillosa del mundo», contó Gabriella sobre su experiencia en Honduras.
Esta vocación humanitaria de Gabriella tuvo también un «capítulo israelí», ya que -durante una estadía de cuatro meses- tomó el reconocido curso Rescue One en el Instituto Wingate, uno de los principales centros de educación física y deportiva en el país.
«El mundo está en nuestras manos», dijo la mexicana para explicar el alcance de su trabajo. «Tenemos mucho que hacer para cambiar el mundo para mejor, y si bien una sola persona no puede llevar a cabo esos cambios, si muchos jóvenes judíos nos hacemos voluntarios, podemos lograrlo», aseguró.
Sobre la posibilidad de encender unas de las antorchas en la ceremonia que marca el inicio de las celebraciones por el Día de la Independencia, Gabriella fue breve y emotiva: «es una oportunidad que se da solamente una vez en la vida, es una sensación increíble».
Pocas horas después de realizar la entrevista, Gabriella llegó al escenario del acto, en el Monte Herzl, en Jerusalén, frente a varios de los más altos dirigentes del país, incluyendo al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y dejó una excelente impresión como representante de los jóvenes judíos de todo el mundo.
«Encendimos esta antorcha en representación de todas y todos los voluntarios que dedican su vida a reparar el mundo y que buscan que cada persona pueda alcanzar su felicidad», afirmó CADENA en una publicación en sus redes sociales, sintetizando la experiencia de la joven mexicana y de las organizaciones que, en efecto, tratan de mejorar el planeta.