Aunque todavía no es tan famoso como el que usó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la Universidad de Tel Aviv tiene también a punto un cóctel de anticuerpos que, aseguran, podrá proveer inmunidad frente al COVID-19 hasta por «varios meses»
El cóctel, que en el futuro puede servir tanto como medicación para los pacientes como para tratamiento preventivo para poblaciones de alto riesgo, deriva de la sangre de pacientes con COVID-19 en Israel y es una sustancia «natural segura», afirman desde la universidad.
Según explicaron los investigadores, el cóctel demostró su eficacia en cultivos celulares, y la siguiente etapa, que habitualmente dura varios meses, será un ensayo clínico en humanos.
Al igual que el cóctel que le recetaron a Trump cuando fue diagnosticado con coronavirus, la combinación desarrollada por los científicos israelíes todavía no fue sometida a una revisión de parte de colegas internacionales y se encuentra todavía en etapa de experimentación.
El estudio comenzó en abril último -poco después del estallido de la pandemia de coronavirus en el país-, cuando los investigadores de la universidad secuenciaron miles de anticuerpos producidos en los organismos de pacientes israelíes con COVID-19.
Para poner en marcha el estudio, la doctora Natalia Freund, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, reclutó a dieciocho de los primeros pacientes con COVID-19 de Israel: diez con síntomas leves o sin síntomas, y ocho gravemente enfermos que fueron hospitalizados e incluso ventilados en hospitales, y todos los cuales luego se recuperaron de la enfermedad.
Más adelante, los expertos pudieron aislar y caracterizar seis anticuerpos derivados de la sangre de dos pacientes gravemente enfermos, y después probar que la combinación de tres anticuerpos a la vez actúa como un cóctel eficaz contra el COVID-19, proporcionando una inmunidad natural.
Los científicos buscaron «comprender la respuesta de los anticuerpos después de la infección por COVID-19», explicó la doctora Freund. Por ello trabajaron en las diferencias entre el desarrollo de la enfermedad en los casos leves y los severos.
«Encontramos una diferencia estadística significativa entre los dos grupos de pacientes en la capacidad de sus anticuerpos para neutralizar el COVID-19», dijo la investigadora, quien precisó que solamente una pequeña parte de los enfermos leves desarrollaron anticuerpos neutralizantes y algunos no desarrollaron anticuerpos en absoluto.
En base a eso, el equipo asumió que las personas que estaban infectadas pero permanecieron asintomáticas o desarrollaron síntomas muy leves, «posiblemente contraigan la enfermedad por segunda vez».
Por otro lado, «la sangre de todos los pacientes gravemente enfermos contenía anticuerpos neutralizantes que probablemente los protegerán de una reinfección», añadió.
En la segunda etapa del proyecto, Freund y su equipo intentaron aislar anticuerpos específicos entre los miles que se habían secuenciado, aquellos que impiden que el virus se una a la célula humana y se replique.
La universidad israelí afirmó que los investigadores pudieron identificar seis anticuerpos diferentes, obtenidos de dos participantes gravemente enfermos, y demostrar que estos anticuerpos son eficaces tanto para tratar como para prevenir infecciones en cultivos celulares.
«Probamos el cóctel de anticuerpos en el virus vivo en un cultivo celular y vimos que los anticuerpos se unen al virus de una manera que lo bloquea y evita que penetre en las células», indicó Freund.
El anuncio de la Universidad de Tel Aviv se conoció pocos días después de que los médicos de Trump afirmaron que el presidente norteamericano se habría curado gracias a una aplicación intravenosa del cóctel REGN-COV2, producido por la compañía Regeneron.
Se trata de un fármaco que contiene anticuerpos monoclonales, copias fabricadas en laboratorio de los anticuerpos reales producidos por el cuerpo humano.
La doctora Freund dijo que la «visión» de su equipo es «que, en el futuro, el cóctel se utilizará para tratar a los pacientes con COVID-19, como el cóctel experimental administrado al presidente Trump, o como medida preventiva para poblaciones de alto riesgo y personal médico, hasta que finalmente llegue la tan esperada vacuna».
Freund remarcó que, al fin y al cabo, el cóctel «fue desarrollado naturalmente por el sistema inmunológico de los pacientes, lo que significa que probablemente sea seguro para su uso».
«Dado que estos anticuerpos son estables en la sangre, una inyección preventiva puede brindar protección durante varias semanas y posiblemente incluso varios meses», completó la investigadora.