Como escribió uno de sus biógrafos, el historiador Mordejai Bar-On, «la historia de Moshe Dayan es la historia del estado de Israel», una vida marcada por el servicio al país que vio nacer, al que guio en dos victorias bélicas históricas, pero también a una de sus grandes decepciones militares
Nacido en el kibutz Degania Alef, sobre el lago Kineret, el 20 de mayo de 1915 en lo que todavía era la Palestina bajo control otomano, Dayan se integró a la Haganá, las fuerzas de defensa judías, cuando tenía apenas 14 años de edad.
A poco de iniciada la Segunda Guerra Mundial, el joven Dayan se unió a un pelotón liderado por militares australianos para llevar adelante tareas de espionaje en el Líbano controlado por las fuerzas colaboracionistas francesas.
Fue en una de las operaciones lanzadas por los oficiales británicos para comenzar la campaña sobre Siria y El Líbano que perdió su ojo izquierdo, lo que lo obligaría a usar el parche que, en gran medida, ayudó a hacerlo famoso en todo el mundo.
Moshe Dayan fue militar, ministro… y corresponsal de guerra en Vietnam
Según la historia de esa campaña, Dayan y sus compañeros habían penetrado territorio libanés para asegurar dos puentes. Cuando vieron que no eran relevados, decidieron -con éxito- capturar un puesto militar francés.
Dayan se encontraba en el techo del edificio central de esa guarnición, observando a las tropas francesas cuando el disparo de un francotirador destrozó sus binoculares, causándole la pérdida del ojo.
La experiencia ganada con los australianos y los británicos durante las campañas de la Segunda Guerra Mundial en la región lo convirtieron en un valioso líder para la causa independentista.
Para 1947 ya estaba al frente de una brigada mecanizada y en julio de 1948, cuando ya se había establecido el estado de Israel y a instancias de David Ben-Gurion, Dayan fue designado comandante de las zonas bajo control judío en Jerusalén.
Mientras se desempeñaba como Ramatcal, el jefe del estado conjunto de las Fuerzas de Defensa de Israel, el ya reconocido general cumplió un papel clave en la victoria de Israel, junto a Francia y Gran Bretaña, en la Guerra de Suez de 1956 contra Egipto.
Durante la Guerra de Iom Kipur reconoció: «no comprendimos completamente las capacidades de combate» de Siria y Egipto
Apenas retornado de una visita a Vietnam, adonde viajó como corresponsal de prensa y para recoger información y más experiencia, Dayan entró al escalón mayor de los héroes nacionales al conducir la histórica victoria en la Guerra de los Seis Días.
Si bien esa estatura nunca la perdió, sí es cierto que Dayan era todavía el ministro de Defensa cuando las fuerzas militares y los servicios de inteligencia de Israel se vieron sorprendidas por las tropas sirias y egipcias al estallar la Guerra de Iom Kipur.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lograron revertir las pérdidas de los primeros días y ganar la guerra, pero a un costo altísimo para el país, de cerca de 2.800 bajas.
El precio fue también político, y marcó para siempre las carreras de Dayan y de otra enorme figura de la historia de Israel, la entonces primer ministro Golda Meir.
«No comprendimos completamente las capacidades de combate» de las fuerzas de Siria y Egipto, admitió Dayan, con remordimiento, durante la crisis, según papeles oficiales desclasificados este año por el gobierno.
Tras la guerra, Dayan salió durante un tiempo del escenario político, dejando el puesto de ministro de Defensa en 1974, envuelto en una depresión.
La de Dayan era «una personalidad compleja» con «una mente inquisitiva»
Pero en 1977 aceptó convertirse en el ministro de Exteriores del nuevo gobierno de Menahem Begin, del Likud, de derecha, el partido que tuvo siempre en la vereda de enfrente cuando pertenecía al socialista Mapai o al Laborismo.
En ese puesto llegó la reivindicación, ya que fue uno de los arquitectos de los Acuerdos de Camp David que derivaron en el histórico tratado de paz de 1979 con Egipto, precisamente una de las consecuencias positivas de la Guerra de Iom Kipur.
Sin embargo, tuvo poco tiempo para disfrutar ese regreso al centro del escenario político de Israel y a la imaginación del mundo: Dayan falleció el 16 de octubre de 1981 en Tel Aviv, a causa de un ataque cardiaco, cuando tenía apenas 66 años de edad.
«Moshe Dayan está grabado en la memoria nacional de Israel como el hombre que reconstruyó las Fuerzas de Defensa de Israel en la década de 1950 y las perfeccionó en una eficiente unidad de combate«, señaló Bar-On.
A pesar de las apariencias, no era el típico israelí pragmático y audaz, afirmó el biógrafo. El general fue «una personalidad compleja con una mente inquisitiva, un hombre que buscaba la soledad y la reflexión» para encontrar soluciones para los «problemas más intrincados».