El USB es un invento israelí, pero su día se celebra cada 5 de abril en Estados Unidos, donde el National Flash Drive Day recuerda la fecha en que se presentó este dispositivo revolucionario.
Este accesorio cambió para siempre la forma en que se almacenan datos de manera portátil y fue creado por un grupo de investigadores israelíes que lo patentó ante las autoridades norteamericanas.
Con una capacidad muy superior a los discos compactos o los diskettes o floppy disks -que ahora son verdaderos objetos de anticuario-, las unidades flash USB fueron desarrolladas en los ’80 por los israelíes Amir Ban, Dov Moran y Oron Ogdan.
En aquellos años, Ban, Moran y Ogdan formaban parte de la compañía M-Systems, que tenía su base en Kfar Saba, unos 15 kilómetros al norte de Tel Aviv.
Moran, nacido en Israel en el seno de una familia de sobrevivientes del Holocausto, y sus compañeros presentaron la idea ante la oficina de patentes de Estados Unidos el 5 de abril de 1999, la fecha que precisamente se recuerda como el nacimiento formal del USB (universal serial bus) o flash drive.
Música, fotos y archivos en el bolsillo
Un año después, en el 2000, IBM y Trek Technology fueron las primeras empresas en salir al mercado a vender masivamente el nuevo invento, que permitió almacenar enormes cantidades de datos (fotografías, música, textos, etcétera) y llevarlos en el bolsillo o agregarlos al llavero.
El invento israelí resultó tan popular que rápidamente crecieron las marcas que se dedicaron a producir y comercializar el USB, desarrollando nuevas versiones más pequeñas, con más capacidad y más baratos.
Por ejemplo, en la actualidad se pueden comprar memorias USB portátiles de 2 terabytes por menos de 50 dólares, aunque los más populares siguen siendo aquellos de entre 8 y 520 gigabytes, que se venden por menos de diez dólares en Estados Unidos.
Por su precio y gran utilidad, los pen drive se convirtieron además en populares objetos de publicidad y promocionales, con infinitas empresas regalando estos accesorios adornados con sus logos.
La idea nació en Nueva York
Moran, quien desde entonces se convirtió en uno de los más destacados líderes del desarrollo de la alta tecnología en Israel y en el mundo.
Sin embargo, en una entrevista publicada en el 2016, este emprendedor formado en el Technion afirmó: «No soy un genio, no nací en una familia adinerada ni en un país grande… y no tengo una fórmula para el éxito».
En otra entrevista, con la oficina de prensa del Technion, Moran contó los orígenes de lo que hoy se conoce como memoria USB, el accesorio que nació de sus investigaciones de hace varias décadas.
Hacia fines de los ’90, el emprendedor se encontraba en Nueva York para una conferencia, listo para dar una presentación sobre los avances de M-Systems, dando los últimos retoques al texto que iba a leer ante cientos de personas.
«Pero estábamos en 1998, y las computadoras portátiles de aquel momento no eran tan buenas» recordó el inventor israelí.
Obviamente, cuando le tocó ir al centro de conferencias, su laptop se descompuso, con el texto archivado en su memoria, aunque decidió llevarla consigo de todas maneras.
«Allí estaba, delante de 200 personas que querían escuchar qué tan buena era mi compañía, y yo no tenía una computadora portátil funcionando» ni un texto para leer, relató Moran.
Se trató de «un momento terrible», unos minutos durante los cuales «me corría el sudor por la espalda».
Por suerte, la computadora portátil arrancó y pudo hablar ante el público y mostrar sus gráficos. De todas maneras, en ese momento se juró a si mismo: «nunca más voy a ir a una conferencia sin mi presentación en el bolsillo».
El resto de la historia del USB, un destacado invento israelí, es por supuesto, historia de la tecnología moderna.