Extraer agua potable del aire es una solución que está creciendo en el mundo para enfrentar escasez y sequías, gracias en gran parte a la tecnología israelí. ¿Pero qué ocurre con aquellas regiones alejadas donde el consumo de electricidad por parte de esos equipos puede ser un grave problema?
Frente a ello, investigadores del Technion, la principal universidad tecnológica de Israel, desarrollaron un equipo que extrae agua del aire pero luego de separar la humedad, un proceso científico que, aseguran, reduce ampliamente el consumo de energía.
El generador atmosférico de agua, bautizado H2OLL, ganó recientemente un prestigioso premio concedido por la Unión Europea. Se trata del Water Europe Innovation Award, en este caso, para pequeños y medianos emprendimientos.
Un prototipo de prueba ya está funcionando en el Technion, produciendo agua desde fines del 2019, mientras el equipo trabaja en una primera ronda de inversiones para financiar el proyecto.
Se trata de una tecnología que puede funcionar en cualquier condición climática, en particular en zonas desérticas
Las tecnologías israelíes para extraer agua del aire vienen acaparando la atención de científicos y reporteros en todo el mundo desde hace ya varios años. En particular, se destaca Watergen, la firma israelí con programas pilotos alrededor del mundo, incluyendo América Latina, África y los Emiratos Árabes Unidos.
Esos equipos, señalaron desde el Technion, utilizan la tecnología de «refrigeración directa por aire» para generar agua a partir de la humedad ambiental. «Sin embargo, la aplicación de esta tecnología tiene una viabilidad geográfica limitada, principalmente las regiones tropicales» añadieron.
El profesor David Broday, de la Facultad de Ingeniería Civil y Ambiental del Technion y uno de los líderes del proyecto, explicó que esas máquinas «enfrían toda la masa de aire y condensan el agua».
Pero, «como existe un volumen de agua limitado en el planeta, necesitan mucha energía para producir el agua fresca», precisó.
«Nuestro equipo -destacó Broday- primero separa la humedad del aire y luego enfría solamente el vapor de agua, por lo que requiere menos energía para producir la misma cantidad de aire».
Según el profesor israelí, «esta tecnología puede funcionar en cualquier condición climática, en particular en areas desérticas, y puede proveer agua fresca a comunidades que viven en zona remotas».
Ben Gido, un ingeniero ambiental del Technion y coordinador del programa de agua potable de IsrAID, fue el nexo entre el equipo del H2OLL y esa organización humanitaria israelí, que está patrocinando el proyecto.
Cerca del 10 por ciento de la población mundial no tiene actualmente acceso al agua potable
Durante sus misiones en África, Gido pudo ver en primer plano el «gran obstáculo» que representa para muchas comunidades la falta de agua potable.
«Creemos que la tecnología del H2OLL puede cambiar las reglas del juego para aquellos que sufren escasez y estrés de agua», aseguró.
El acceso al agua fresca y potable en esas zonas «funciona realmente como un salvavidas», dijo por su lado el Eran Friedler, otro de los profesores del Technion al frente del proyecto.
La instalación de este tipo de equipos, que pone a disposición grandes cantidades de agua potable, «mejora la igualdad de género ,brinda oportunidades y, básicamente, ofrece esperanza» a miles de personas, agregó.
«Esa es la motivación que nos impulsó a desarrollar este equipo, que puede ser desplegado en cualquier punto alejado», completó Friedler.
Se estima que unos 670 millones de personas, cerca del diez por ciento de la población mundial, actualmente no tiene acceso al agua potable, lo que impacta significativamente en sus condiciones de vida.