Esta es una lista de siete museos imperdibles en Israel, pero hay que tener en cuenta que se estima que existen al menos 200 en el país, dedicados a todo tipo de artes y experiencias, en sintonía con la enorme riqueza cultural y la diversidad étnica local
De hecho, según los cálculos del ministerio de Exteriores de Jerusalén, Israel es el país con más museos per cápita del mundo.
Seguramente vale la pena visitarlos todos, pero arranquemos con siete museos que se destacan desde hace años por sus colecciones, su importancia cultural y el significado de su mensaje.
– Inconfundible por el diseño de vanguardia del Santuario del Libro, uno de los principales edificios de su complejo, el Museo de Israel fue fundado en 1965 en Givat Ram, en Jerusalén, y es un verdadero mosaico cultural.
Sus colecciones van desde la arqueología prehistórica hasta el arte contemporáneo, desde importantes artículos de la tradición judaica hasta notables pinturas de la época impresionista.
Imposible ir a Israel y no pasar a ver los Rollos del Mar Muerto
Y, por supuesto, está el Santuario del Libro, que se construyó para albergar los primeros siete Rollos del Mar Muerto descubiertos en Qumrán en 1947.
Su célebre cúpula blanca, que imita las tapas de las vasijas donde se encontraron aquellos rollos, es parte fundamental del diseño elaborado por los arquitectos judíos estadounidenses Armand P. Bartos y Frederic J. Kiesler.
German women's national team members moved by visit to Yad Vashem
— Yad Vashem (@yadvashem) October 24, 2021
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– Visita ineludible para los israelíes y para la gran mayoría de los visitantes extranjeros, incluyendo funcionarios y mandatarios de todo el mundo, Yad Vashem también se levanta en Jerusalén, en el monte Herzl, adonde se construyó entre 1959 y 1961 en base a los diseños de Aryeh Elhanani y Arieh Sharon.
Yad Vashem no es un museo común: su misión es rescatar la memoria de las víctimas del Holocausto nazi, es el monumento para que sus nombres nunca sean olvidados.
Además de sus emocionantes colecciones, el museo alberga un centro de investigaciones y archivo sobre el Holocausto sin comparación en el mundo.
Allí se pueden encontrar datos que echan luz sobre aquel momento terrible, desde información sobre los campos de concentración a detalles de la vida cotidiana de los judíos europeos durante la guerra.
Según datos del propio museo, alrededor de un millón de personas visitan cada año Yad Vashem, el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá, y millones más acceden a su sitio web, disponible en ocho idiomas.
– Todas las listas sobre los mejores museos de Israel coinciden en incluir a un vibrante y sofisticado recinto de la cultura del país.
¿Por qué no un poco de Picasso, Kandinsky y Joan Miró?
Se trata del Museo de Arte de Tel Aviv, cuya colección permanente cuenta con obras de nada menos que Pablo Picasso, Joan Miró, Vasili Kandinsky y Gustav Klimt.
Aunque alberga esos nombres gigantes del arte, el Muze’on Tel Aviv Lamanut tiene un origen bien israelí, humilde y audaz: su primera encarnación, de 1932, mucho antes de la creación del estado, se alojó en… la casa del entonces alcalde de la ciudad, Meir Dizengoff.
Por supuesto que las colecciones del museo crecieron rápidamente y en 1971 se inauguró el nuevo edificio, en la avenida Shaul HaMelej. Por allí pasaron, en el 2019, 1,3 millones de visitantes.
– Establecido en 1974, el Museo de Arte Islámico de Jerusalén es el hogar de artistas árabes contemporáneos y de incontables objetos y obras de arte que van desde antiguos juegos de ajedrez y alfombras a relojes, textiles y joyas.
Las muestras van desde exposiciones sobre un elemento culinario que, sin dudas, une a distintas culturas, el café, a relojes raros y tejidos.
Desde su creación, esta institución consideró que su papel principal es «la presentación del arte islámico en todo su esplendor y su exposición a diferentes sectores de la población».
Un museo para la convivencia entre árabes y judíos de Israel
Pero, al mismo tiempo, «el museo se ve a sí mismo como un puente de entendimiento entre judíos y árabes que conviven uno al lado del otro», afirma en su website.
– Como Israel es conocido también como la Startup Nation, el país donde nacieron varias de las empresas tecnológicas más conocidas del mundo, cualquier lista de museos nacionales debe incluir un toque high tech.
El Museo Nacional de Ciencia, Tecnología y Espacio de Israel, apodado el «Madatech», se encuentra en Haifa, en el edificio que utilizó el Technion antes de mudarse a su nuevo campus.
«Nuestra misión -dicen desde el Madatech, es ser un centro educativo líder e innovador, familiarizando al público en general con la ciencia y la tecnología a través de medios directos, experimentales, agradables e interactivos».
Abierta en 1983, esta institución recibe unos 400.000 visitantes al año que disfrutan de sus auditorios 3D y muestras interactivas.
– Demostrando que los centros culturales más tentadores del país no se encuentran solamente en Tel Aviv, Jerusalén y Haifa, el Museo del Diseño de Holon fue recientemente señalado por la revista de viajes Conde Nast Traveler como una de las nuevas maravillas del mundo en su tipo.
Se estima que hay más de 200 museos en todo el país
Ideado por el arquitecto israelí Ron Arad, esta perla entre los museos imperdibles de Israel se convirtió en una estrella del escenario cultural, ya que se inauguró recién en el 2010.
A mediados de este año, el museo inauguró una de sus exposiciones más ambiciosas, «El Baile», una experiencia multisensorial que combina moda, sonido, música e iluminación para mostrar un recorrido desde los vestidos antiguos al diseño actual de ropa de noche.
Once upon a time in Beersheva: Exhibition at Negev Museum of Art presents rare images of life in the modern city in its first decades. The location is as fascinating as the images. https://t.co/jVjDLO4rIe ISRAELITY pic.twitter.com/ZozhptrjBH
— Jewish Community (@JComm_NewsFeeds) June 17, 2019
– Todavía más lejos de Tel Aviv, el Museo de Arte del Negev, en la ciudad vieja de Beer Sheva, engaña por la apariencia sencilla y tranquila de su exterior, un edificio construido en 1906 por el entonces gobierno colonial otomano.
Adentro, y en los patios del museo, late el corazón de la vida cultural de la ciudad, con exhibiciones que repasan la vida en el desierto o las nuevas tendencias del arte global y conciertos al aire libre.