Un «súper-reloj» israelí, tan preciso que solamente retrasa menos de un segundo en diez millones de años, podría estar a bordo de una misión de la NASA en el 2026, cuyo objetivo será establecer si es posible que haya vida en una de las lunas de Neptuno
El dispositivo forma parte de uno de los cuatro proyectos seleccionados por la agencia espacial estadounidense para poner en marcha en el futuro cercano. Cada uno estará recibiendo tres millones de dólares el año que viene para seguir desarrollando el programa, y dos quedarán como finalistas.
Bautizado con el nombre de Tridente, el proyecto que cuenta con participación israelí está encabezado por la profesora estadounidense Louise Prockter, del Instituto Lunar y Planetario de Houston, en Texas.
El objetivo de Tridente es confirmar una de las grandes hipótesis de los científicos espaciales: si hay vida en el sistema solar, sería posible encontrarla en «océanos subterráneos» en sus planetas o lunas.
En este caso, el «candidato» es Tritón, una de las lunas de Neptuno. Los nombres parecen adecuados para esta apuesta, ya que Neptuno era el dios de los mares en la Antigua Grecia, y Tritón su hijo.
Si se aprueba, la misión Tridente sería el primer visitante terrícola de Neptuno y sus lunas en más de treinta años. Las últimas imágenes recibidas fueron del Voyager 2, que envió fotos tomadas a 40.000 kilómetros de la luna de Neptuno.
Tritón es la luna más grande de Neptuno, a unos 4.500 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, y es una rareza ya que orbita en la dirección opuesta a todos los otros satélites del planeta.
Algunos científicos piensan que esto apunta a un origen fuera de nuestro Sistema Solar: la luna puede ser un intruso atrapado hace mucho tiempo por el campo gravitacional de Neptuno.
El Instituto Weizmann y la Agencia Espacial de Israel forman la representación nacional en el proyecto, que lleva el nombre de Tridente por la lanza de tres puntas de Neptuno. Y el profesor Yohai Kaspi, del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra del Instituto, integra el equipo científico dirigido por la doctora Prockter.
Tridente, esperan los científicos de Estados Unidos e Israel, investigará si Tritón realmente tiene un océano subterráneo, estudiará las propiedades de este océano -si existe- y analizará por qué la superficie se ve tan joven y qué constituye su atmósfera.
A pesar de la distancia desde la Tierra, los científicos pudieron observar que la superficie de Tritón es una de las más jóvenes del Sistema Solar, solo unos pocos millones de años, lo que sugiere una intensa actividad geológica.
Y las fotos tomadas del polo sur de la luna revelaron géiseres que arrojan nitrógeno líquido. Esto insinuó la posible existencia de grandes reservas subterráneas de líquido, además de revelar la dirección de los vientos y una atmósfera en Tritón.
La misión Tridente sobrevolará la luna de Neptuno, desde una distancia de solamente 500 kilómetros.
Los dos israelíes en el equipo, Kaspi y el doctor Eli Galant, están allí por su experiencia en el análisis de señales de radio que llegan desde naves espaciales distantes, que en este caso se interpolarán con un reloj especial que diseñaron y que será transportado en la nave espacial.
El reloj es tan preciso que perderá menos de un segundo en diez millones de años y está construido para soportar los rigores del viaje espacial durante al menos 15 años.
Según informaron en Israel, el «súper-reloj» será construido en Jerusalén por la firma Accubeat y financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Kaspi y Galanti lo usarán para calcular las propiedades de la atmósfera de Tritón, basándose en el desplazamiento Doppler de las ondas de radio transmitidas a la Tierra desde la nave espacial.