La reaparición de los vinos kosher está ligada a los esfuerzos por revitalizar la presencia judía en España, donde se estima que viven unas 45.000 personas de religión o identidad hebrea en distintas localidades
Se trata de un retorno al territorio español después de siglos, un fenómeno que se activó tímidamente tras la caída del franquismo y explotó en los últimos veinte años, en gran parte gracias a la llegada de inmigrantes judíos de países latinoamericanos.
Ahora, la Federación de Comunidades Judías en España (FCJE) es muy activa en el país, agrupando a colectividades desde Barcelona a Madrid, pasando por Sevilla y Málaga, entre otras ciudades.
La comunidad española cuenta con alrededor de ochenta sinagogas y varias escuelas primarias y también secundarias. La FCJE brinda varios servicios para facilitar la vida judía en el país.
Entre esos servicios figuran la certificación kosher, y un listado de locales en todo el país que venden productos alimenticios aprobados para el consumo de los judíos observantes.
La excelencia histórica del vino español se debe a la influencia de varios pueblos, entre ellos el judío
En el medio de ese fenómeno, en los últimos años surgieron en España varios fabricantes de vinos kosher, en especial en la región de Montsant, en Cataluña.
Incluso existe una guía de viaje para turistas y curiosos, bautizada Viñedos de Sefarad, que propone una visita a algunos de esos productores.
Desarrollado por la organización Red de Juderías de España, la guía -que se puede leer haciendo click aquí– apunta a «un viaje por la memoria gustativa, por los sabores ancestrales del lugar donde los judíos vivieron, prosperaron y cultivaron la vid durante siglos».
La producción y comercialización de vinos en España «se la debemos a diferentes pueblos asentados antiguamente en nuestro territorio», entre ellos los judíos de Sefarad «que desde siempre han producido, consumido y comercializado» esta bebida, afirman desde Juderías.
«Su período de mayor esplendor -recuerdan- es en la Edad Media y su contribución a la sociedad española ha sido recuperada del olvido gracias a la labor de numerosos colectivos y personas«.
Ya lejos de la Edad Media, en la actualidad, los vinos kosher de España son producidos siguiendo las estrictas reglas judías, aunque ninguna persona de esta religión participe de su preparación.
«Hacer vino kosher es una apuesta emocional y pasional»
«No hay judíos en el pueblo, pero los miembros católicos de la cooperativa invirtieron sus propios fondos para desarrollar vino kosher», afirmó en ese sentido el enólogo Jürgen Wagner, gerente de exportaciones de la bodega Celler de Capçanes, en Tarragona.
Entrevistado para un reciente artículo de la Jewish Telegraphic Agency (JTA), Wagner agregó que, en la bodega, se trata de hacer el vino kosher «con el carácter artesanal de una tradición milenaria, elaborado como se hacía hace cientos de años pero con el cuidado y el conocimiento de hoy».
La agencia española Efe, por su lado, publicó en el 2015 una historia que ya adelantaba detalles sobre este nuevo fenómeno. Para la nota, hablaron con el matrimonio de Anne y Moisés Cohen, de la bodega catalana Clos Mesorah.
«Hacer vino kosher es una filosofía de vida -señaló Moisés-, una apuesta emocional y pasional«. Cohen contó que nació en Marruecos y vivió en Suiza e Israel, mientras que su esposa nació en Francia, adonde también residió el bodeguero.
«Pero hemos vuelto tras siglos de historia y de éxodo sefaradí a nuestras raíces, en España», apuntó.
Se estima que el mercado global del vino kosher mueve unos 600.000 millones de dólares anuales
Los Cohen conversaron también, seis años después, con el periodista de la JTA, Orge Castellano, quien aseguró que, «sin que ellos lo supieran», Moisés y Anne «probablemente fueron la primera familia judía sefaradí en poseer tierras de viñedos en España en más de 500 años».
O «probablemente milenios -añadió-, ya que a los judíos no se les permitía poseer o comprar tierras en la España medieval«.
Otra bodega visitada por el reportero de Efe, Freixenet, también catalana, informó que, ya en aquel entonces, tenía una producción estable de 60.000 botellas de cava kosher al año.
Es que, más allá del esperanzador impulso del regreso de los judíos a España, otra fuerza detrás de este boom es el tentador negocios del vino kosher a nivel global.
Un artículo del diario español La Vanguardia, precisamente acerca del resurgir de esta costumbre en el país, recordó que el mercado del vino kosher representa unos 600.000 millones de dólares anuales en todo el mundo.