Después de dos años de guerra en la Franja de Gaza, los principales sectores de la economía israelí están listos para relanzarse, aprovechando las lecciones aprendidas y las ventajas de la resiliencia que mostraron durante el conflicto.
En efecto, incluso en medio de los dramáticos meses que siguieron al brutal ataque terrorista del 7 de octubre del 2023, que dejó cientos de muertos y secuestrados a manos de Hamas, la economía de Israel supo capear la tormenta y mantener números aceptables.
De esa manera, gigantes internacionales siguieron comprando prometedoras startups locales, en especial en el terreno de la ciberseguridad, la Bolsa de Tel Aviv marcó récords y llegaron multimillonarios contratos para la industria de la defensa.
Sin embargo, también se sintieron algunos efectos de iniciativas de boicot contra productos israelíes y el impacto de las suspensiones de vuelos de compañías globales a causa del lanzamiento de cohetes desde Yemen e Irán.
Ahora, con el acuerdo de paz impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump en marcha -que prevé el retorno de los rehenes que siguen cautivos y el retiro parcial de las tropas israelíes-, en el país económico se respira un prudente optimismo.
El presidente de la Asociación de Fabricantes de Israel, Ron Tomer, recordó que la economía «se enfrentó a enormes dificultades en los últimos dos años, durante los cuales demostró una resistencia excepcional y satisfizo» todas las exigencias de demanda y producción.
Interrogantes alrededor de la cotización del shekel frente al dólar
Hablando con el diario Maariv, Tomer reconoció además que, «en los últimos la industria israelí se vio obligada a lidiar con una preocupante ola de boicots internacionales que no tiene precedentes en su alcance».

También enfrentó un problema preocupante para el sector manufacturero, «la caída del tipo de cambio del dólar, un desafío importante para las exportaciones israelíes».
Con el fin de los combates en Gaza, declaró esperanzado, «trabajaremos para renovar los lazos económicos con el mundo, levantar los boicots, estabilizar el tipo de cambio y fortalecer la producción local y las capacidades de exportación».
La paz puede ser también un negocio
Por su parte, Kobi Ben Moshe, CEO de Aviv Consulting, se refirió a un tema siempre delicado: los negocios que llegan con la paz. «El final de la guerra nos presenta un período de importantes oportunidades económicas», aseveró el consultor.
Entrevistado también por Maariv, Ben Moshe dijo que una posible expansión de los Acuerdos de Abraham «podría convertir a Israel en un centro internacional en los campos del comercio, la logística, el transporte y la aviación».
Una apertura del comercio con los países vecinos «creará un enorme mercado para las exportaciones israelíes, y es probable que el shekel se fortalezca y se convierta en una moneda más estable y negociable en el mundo», aventuró.

«Cuando se disipe el humo»
Finalmente, la reconstrucción de la Franja de Gaza, arrasada durante los combates, «también podría ser un motor de crecimiento para las industrias de la construcción, la infraestructura, la energía renovable, la agricultura y el agua», e incluso atraer inversión árabe, completó.
«Cuando se disipe el humo, tanto literal como figurativamente, en Gaza, podría resurgir la confianza en las perspectivas económicas de la región», resumió por su lado un reporte de la consultora estadounidense Timothy Plans.
Durante los últimos dos años, continuaron desde esta consultora con base en Florida, la resiliencia de varios sectores nacionales funcionó «conjuntamente como un motor impulsor» de la economía de Israel, «manteniendo la inercia durante el conflicto».
Ahora, «el cese de las hostilidades activas podría marcar el comienzo de un período en el que la economía israelí y sus mercados de activos podrían estar posicionados para un crecimiento renovado».
Para impulsar más el crecimiento, completó, «las reservas probadas de gas natural crecieron un 40 por ciento en la última década y ahora permiten la creación de un fondo soberano de inversión para canalizar» sus ingresos «hacia el crecimiento a largo plazo».