Israel es el único país energéticamente independiente de la zona del Mar Mediterráneo, a diferencia de los europeos que prefirieron «darle las llaves» del sector al presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó un alto ejecutivo de esta industria.
«Cuando estalló la guerra» en Ucrania, tras la invasión de las tropas rusas en febrero del 2022, «los precios del gas se dispararon, pero en Israel se mantuvieron estables», apuntó Mathios Rigas, director general de la empresa energética Energean.
«El mayor desafío que enfrentamos en Europa es que si hay un invierno frío y hay alguna interrupción en el suministro de gas, los precios se dispararán nuevamente y la inflación aumentará», advirtió Rigas durante un foro organizado por el periódico israelí Globes.
Energean, una empresa internacional de origen griego con base en Londres, opera en dos de los nuevos yacimientos de gas en las aguas israelíes en el Mediterráneo, Karish y Tanin.
Responsabilidad en la emergencia
De hecho, Rigas fue objeto de un perfil publicado por el Financial Times, donde se destacó el rol de Energean en la provisión de energía en Israel después del ataque terrorista del 7 de octubre y en medio de la guerra contra Hamas en la Franja de Gaza.
Aunque relativamente pequeña en la industria del petróleo y el gas, Energean estuvo «suministrando en ocasiones hasta el 60 por ciento de toda la demanda de gas de Israel» desde Karish tras la masacre del 7 de octubre, le dijo Rigas al diario británico.
La responsabilidad recayó en Energean después de que el gobierno israelí ordenó el cierre temporal del yacimiento de Tamar, operado por Chevron y que normalmente satisface alrededor del 70 por ciento de las necesidades energéticas del país.
Tamar, visible desde el norte de la franja de Gaza, se encuentra a sólo 25 kilómetros de la costa del sur de Israel, dentro del alcance de los cohetes de Hamas. De todas maneras, la producción en el campo operado por Chevron se restableció después de un mes.
Comprometidos con Israel y su seguridad energética
Durante esa emergencia, «tuvimos que producir para mantener las luces encendidas en Israel», donde el mensaje era «simplemente mantener el flujo de gas, por lo que llegamos a la capacidad máxima» en Karish, puntualizó Rigas.
En las declaraciones reproducidas por Globes, el CEO remarcó que su empresa «siempre estuvo comprometida con Israel, con la seguridad del suministro de gas para el país» y mantenerlo independiente en este terreno.
Cuando se le preguntó si la producción de gas fortalece, o al menos mantiene vivo, el acuerdo de paz con Egipto, Rigas reconoció que «todo el mundo sabe que, a través de la historia, el petróleo fue una razón para el estallido de grandes guerras».
Pero, en el caso de la relación con Egipto, uno de los principales socios en este terreno, que reexporta gas israelí a Europa, «es todo lo contrario, esta es una herramienta que facilita la paz».
«Fuimos el catalizador que obligó a los dos países a llegar a un acuerdo, un acuerdo que hizo posible la producción», siguió el directivo. «Al final, todos nosotros en el Mediterráneo necesitamos este gas», completó.