Los amantes del hummus y el falafel en Israel, el Medio Oriente y alrededor del mundo están en alerta: una combinación de la guerra en Ucrania y las consecuencias del cambio climático pueden hacer caer de manera dramática la producción de garbanzos, la materia prima de esas populares delicias culinarias
Un reporte de la Global Pulse Confederation, una organización que nuclea varios segmentos del sector de las legumbres, advirtió que la oferta de garbanzos podría caer hasta un 20 por ciento este año.
La preocupante situación está siendo creada, por un lado, por las sanciones impuestas al gobierno de Moscú tras la invasión de Ucrania de febrero último.
Los castigos económicos interrumpieron los envíos desde Rusia, que suele ser uno de los principales exportadores de garbanzos y representa alrededor de una cuarta parte del comercio mundial de esa legumbre, dijo el experto Navneet Singh Chhabra, citado por el diario británico The Guardian.
Ucrania, por su parte, no pudo sembrar su cosecha total de garbanzos debido a la guerra, retirando 50.000 toneladas que normalmente se destinan a Europa, añadió el informe.
Entrevistado por la agencia Reuters, Jeff Van Pevenage, director ejecutivo de Columbia Grain International, una comercializadora estadounidense de granos y legumbres, recordó que «Rusia exporta entre 200.000 y 250.000 toneladas, como mínimo, al año».
«Cuando comenzó la guerra en febrero, el suministro se destruyó por completo», añadió.
Los garbanzos son una fuente clave de proteína en India y Medio Oriente, incluido Israel
La demanda, apuntó The Guardian, está superando la oferta, «ya que los compradores del sur de Asia y el Mediterráneo intentan hacerse con las existencias cada vez más escasas después de que Turquía emitió una prohibición de exportación».
Mientras tanto, los rendimientos de México a Australia cayeron como resultado de los problemas climáticos, incluidas inundaciones.
Para peor, los productores de Estados Unidos, el cuarto mayor exportador de garbanzos, plantaron menos y priorizaron cultivos más lucrativos, como el maíz.
Según datos de NielsenIQ, citados por la Jewish Telegraphic Agency, los precios del garbanzo ya son un 17 por ciento más altos que antes de que comenzara la pandemia de coronavirus.
Los garbanzos son una fuente clave de proteína en India y Medio Oriente, incluido Israel, donde el falafel es considerado prácticamente el platillo nacional.
Esta legumbre se encuentra también detrás de varias innovadoras startups israelíes en el terreno de la alimentación del futuro. Por ejemplo, las compañías InnovoPro y Milkadamia presentaron recientemente helados y leche desarrollados a base de proteíba de garbanzos.