El gobierno de Arabia Saudita sigue sin reconocer diplomáticamente al país, pero gracias a un multimillonario acuerdo con el gigante de la informática Nvidia, usará en sus computadoras unos sofisticados chips Made in Israel.
Jensen Huang, el CEO de Nvidia -y un gran inversor en Israel-, pasó por Riad a mediados de este mes de mayo como parte de la ronda de negocios que encabezó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En medio de acuerdos en energía y armamentos por miles de millones de dólares, y según confirmó la Casa Blanca, Huang aseguró para Nvidia un contrato para la venta de más de 18.000 de sus últimos chips de inteligencia artificial (IA) a la compañía saudita Humain.
Se trata de los modernísimos procesadores GB300 Blackwell, entre los más avanzados de Nvidia y de toda la industria informática y que la compañía saudita utilizará para una red de centros de datos que suman 500 megavatios.
Según la prensa especializada, esta primera tanda representa 700 millones de dólares para Nvidia, pero se prevé que la multinacional norteamericana colocará otros 200.000 chips a lo largo de cinco años, por un valor total de 7.000 millones de dólares.
Se pierde, y se gana
En medio de su visita -que resultó en negocios por 600.000 millones de dólares-, Trump dejó de lado un pedido que se viene presentando a las autoridades de Riad desde hace años: que reconozcan formalmente al estado de Israel y se sumen a los Acuerdos de Abraham.
La decisión de Trump no cayó bien en Jerusalén. Pero, como se sabe, cuando una puerta se cierra, usualmente se abren otras.

Es que el centro de desarrollo de Nvidia en Yokneam, una ciudad que se convirtió en hub tecnológico en el norte de Israel, «desempeñará un papel central en la producción y el suministro de componentes a Arabia Saudita por valor de miles de millones de dólares», señaló Globes.
El portal israelí de noticias económicas recordó que en Yokneam, y también en Tel Aviv, Nvidia produce los chips de comunicación que gestionan el tráfico de datos entre procesadores gráficos y procesadores centrales en centros de datos.
Forman parte de los dispositivos clave para acelerar el procesamiento de la IA y los servicios en la nube informática, comunicando a los servidores en los centros de datos, incluso en aquellos de grandes dimensiones.
Proveyendo a Arabia Saudita
Como Huang firmó un acuerdo por los chips más nuevos de la compañía, los Blackwell Ultra (GB300), eso «significa que el centro de desarrollo de Nvidia en Yokneam jugará un papel central en la producción y suministro de componentes a Arabia Saudita», remarcó el reporte desde Israel.
«La industria israelí -reconoció Globes- se quedó atrás cuando Estados Unidos no condicionó los acuerdos de suministro de armas y tecnología a la firma de los Acuerdos de Abraham».
«Pero los centros de desarrollo y producción de Nvidia en Israel se beneficiarán del gran acuerdo y podrán vender sus productos en Arabia Saudita, aunque haya decidido no reconocer» al país, concluyó.