El gobierno de Israel invertirá 50 millones de shekels (unos 15,3 millones de dólares) para un «upgrade» digital del aeropuerto internacional Ben Gurion, en la periferia de Tel Aviv y el más importante del país
Con este anuncio, la estación aérea israelí estará comenzando su camino de transformación hacia un «aeropuerto del futuro», una tendencia imparable en todo el mundo con la meta de crear «espacios seguros» y cada vez menos contacto personal durante los trámites de llegada y abordaje.
Según se informó, el proyecto arrancará en el 2023 justamente con el objetivo de facilitar la experiencia de los pasajeros en el aeropuerto Ben Gurion, cuya actividad se reanudó de manera espectacular tras las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
De hecho, la Autoridad Aeroportuaria de Israel (AAI) espera que el número total de pasajeros que pasen por el aeropuerto Ben Gurion llegue a 18 millones este año y 24 millones el próximo, volúmenes de tráfico que ya están causando largas esperas en las terminales.
Solamente en lo que va de este año, apuntó la oficina que controla la aviación comercial, pasaron por el aeropuerto alrededor de diez millones de viajeros.
La iniciativa es también oportuna frente a la reactivación del turismo receptivo en Israel: cerca de un millón de turistas llegaron a Israel en la primera mitad de este año.
El programa, reportó este domingo el diario económico israelí Globes, comenzará con un plan para digitalizar los procedimientos para los vuelos al extranjero que «acortará las filas de check-in y eliminará el control de seguridad inicial».
Se prevé una inversión inicial de 50 millones de shekels, alrededor de 15,3 millones de dólares
Para esto, por ejemplo, se espera que avance un sistema de «touch and fly» (tocar las pantallas digitales y volar) para los pasajeros que viajen al exterior, a través de terminales de autoservicio fuera del edificio principal del aeropuerto.
Dos de los cincuenta millones de shekels se invertirán precisamente en esos kioscos que permitirán a los pasajeros pesar el equipaje, pagar eventuales cargos por sobrepeso e imprimir la etiqueta para despachar sus maletas.
«La etiqueta de la maleta -precisó Globes- se escaneará junto a las cintas transportadoras y el equipaje irá desde allí a la bodega del avión».
El diario añadió que, «dentro de los próximos días», la AAI «planea ampliar el área de inspección de equipaje de mano para mejorar los tiempos de espera» y que se instalará «tecnología adicional en veinticuatro puestos de inspección» en la sala de embarque para «agilizar los trámites».
«Un objetivo principal» de la AAI para el Ben Gurion es «mejorar los servicios para los pasajeros en el futuro inmediato y, a largo plazo, convertirse en un aeropuerto digital y uno de los más avanzados de su tipo en el mundo», afirmó el CEO de la oficina, Hagai Topolansky.
La digitalización de los aeropuertos es una tendencia global y «la mayoría de los expertos de la industria» lo ven como «un factor clave para manejar» este período de reactivación, señaló un reciente reporte de la revista especializada Industrial Automation Asia.
Estos servicios digitales, continuó, brindan «un mejor viaje para los pasajeros en todo el aeropuerto» y «aumentan su confianza» a través de diferentes medidas «como la limpieza, la experiencia general del cliente y la eficiencia».
Un «objetivo principal» en el Ben Gurion es «mejorar los servicios para los pasajeros en el futuro inmediato»
«La pandemia aceleró las tendencias de transformación digital en todas las industrias sin excepciones» y, para los aeropuertos, esa conversión «se trata de procesos y servicios en evolución para brindar una mejor experiencia a los pasajeros», apuntó por su lado el portal del Airports Council International.
Para la analista Tijen Cirig, «la necesidad de espacios más saludables y seguros después de la pandemia ha obligado a los aeropuertos a reinventar el flujo de procesamiento de pasajeros y digitalizar la experiencia» de los viajeros en las terminales aéreas.
Cirig señaló un futuro cercano de los aeropuertos con «aplicaciones móviles y en la nube» y «tecnologías biométricas» para «hacer la transición» hacia un sistema de «autoservicio sin contacto que incluso comienza fuera del aeropuerto», tal como parece ser el objetivo en Ben Gurion.
También habrá, vaticinó la comentarista, espacios «seguros» de check-in de seguridad antes de llegar y una vez en el aeropuerto, la posibilidad de «pedir una comida» o comprar artículos libres de impuestos online y hasta «servicios de entrega robótica en la puerta de embarque».