Israel es un verdadero imán para las inversiones globales en proteínas alternativas, uno de los sectores clave en el desarrollo de los alimentos del futuro sin ingredientes animales.
Según un reporte de la organización israelí sin fines de lucro Good Food Institute (GFI), que busca promover la investigación y la innovación en tecnología alimentaria, el país quedó en segundo lugar en inversiones en proteínas alternativas en el 2022.
Con las startups locales del sector recaudando unos 454 millones en capitales, Israel se ubicó en el podio global, solamente detrás de Estados Unidos.
Esos capitales que obtuvieron las empresas emergentes israelíes representan alrededor del 15 por ciento del volumen global recaudado para el sector en todo el mundo, indicó el informe del GFI.
En el tercer lugar, bastante lejos de Israel, quedaron Francia (184 millones) y Singapur (170 millones).
Este sector se dedica al desarrollo de sustitutos de origen vegetal para la carne, los lácteos y el huevo
De todas maneras, la organización reconoció que, en medio de la desaceleración general del sector de la alta tecnología en el mundo, el volumen del 2022 estuvo por debajo de los aproximadamente 623 millones de dólares recolectados por las empresas israelíes de food tech en el 2021.
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El sector de las proteínas alternativas se dedica al desarrollo de sustitutos de origen vegetal para la carne, los lácteos y el huevo, también a la carne y los mariscos elaborados a partir de células y varios procesos y productos de fermentación.
A lo largo del país funcionan numerosas empresas, laboratorios y startups que están trabajando, precisamente, en la «carne sin carne», los «huevos sin huevo» y hasta la producción de miel sin abejas.
Israel, dijo Aviv Oren, uno de los directores del GFI, sigue siendo «un centro global líder para las proteínas alternativas, con más de mil millones de dólares en capital de riesgo recaudados en los últimos dos años».
Sin embargo, advirtió, las rondas de recolección de fondos y crecimiento «se volvieron más desafiantes debido a la desaceleración del mercado global». Por ello, afirmó, «esta es una oportunidad para diferentes modelos de financiación sin capital», incluso con la participación de los gobiernos.
Las proteínas alternativas, remarcó el informe, «presentan muchas oportunidades para Israel»
Para acelerar la transición a proteínas alternativas, aportó Michal Halpert, también directora en la organización, «debemos invertir en centros de investigación multidisciplinarios que reúnan mentes brillantes y millones de dólares».
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También deben «aumentar la colaboración con la industria» y «promover la innovación». En ese sentido, Halpert destacó los anuncios sobre la creación de centros de ese tipo por parte de la Universidad Hebrea de Jerusalén y del Technion, que son, completó, «pasos iniciales en la dirección correcta».
Las proteínas alternativas, remarcó el informe del GFI, «presentan muchas oportunidades para Israel» y la organización precisó que los productos de origen vegetal siguen creciendo a un ritmo más rápido que los de origen animal en el país.
Siempre según el reporte del instituto, el valor del mercado minorista de los alimentos alternativos de base vegetal en Israel pasó de 164 millones de dólares en el 2019 a 210 millones el año siguiente, 227 millones en el 2021 y alcanzó los 245 millones de dólares en el 2022.