SodaStream, la empresa israelí de equipos para preparar refrescos carbonatados y saborizados, que fue adquirida por el gigante multinacional PepsiCo en el 2015 por 3.200 millones de dólares, dejará de utilizar botellas plásticas y se pasará, para el año 2021, a envases metálicos para sus productos.
Según informó el periódico económico israelí Globes, la medida resultará en el cese de «la producción de cientos de millones de botellas de plástico desechables en los próximos años».
Globes recordó que SodaStream produce actualmente más de 30 millones de botellas de sabores para agregar a la soda o agua carbonatada cada año en su planta en Ashkelon, unos 50 kilómetros al sur de Tel Aviv.
La compañía, dijo el periódico en su edición online, enfatizó que la medida «involucra dificultades operativas, de mercadeo y comerciales, incluida una inversión inicial de varios cientos de millones de shekels, más una inversión adicional en cada botella».
«SodaStream está llevando a cabo un estudio interno destinado a evitar la necesidad de transferir el costo al consumidor», afirmó Globes.
El remplazo de las botellas de plástico por otras metálicas es un nuevo paso en la «onda verde» de SodaStream, una empresa conocida por su fuerte conciencia ambientalista.
Por ejemplo, en el 2018 decidió eliminar las manijas plásticas de los envoltorios de las máquinas de carbonatación que se venden alrededor de todo el mundo, lo que resultó -dijeron voceros de la empresa- en una reducción de por lo menos cinco millones de toneladas de plástico cada año.
Además, fue muy publicitada la campaña de SodaStream para el lanzamiento de Holy Turtle, un mecanismo para «pescar» y luego reciclar botellas de los océanos, y que fue probada por primera vez en las aguas del Caribe frente a la isla hondureña de Roatán.
SodaStream es también señalada por los expertos como una de las principales piezas de la estrategia de PepsiCo para alejarse de las bebidas azucaradas y presentar una imagen más sana y ambientalista.
La empresa israelí «es a menudo presentada como una parte clave de los esfuerzos de PepsiCo para ampliar su cartera lejos de las bebidas azucaradas y los desechos plásticos», teniendo en cuenta que los consumidores están «acudiendo en masa al agua con gas como una alternativa más saludable al refresco», señaló la revista especializada BeverageDaily.