El Banco de Israel elevó este lunes su tasa de interés de referencia en medio punto, de 3,25 por ciento a 3,75 por ciento, en el séptimo aumento consecutivo de este tipo para tratar de frenar la inflación que se mantiene por encima del 5 por ciento.
Los responsables del banco central comenzaron a elevar la tasa de manera «agresiva» frente a los coletazos de la inflación -un problema global en los últimos años-, apuntó la agencia de noticias económicas Reuters, según la cual este «ciclo de endurecimiento está cerca de terminar».
De todas maneras, aseguró el Banco de Israel en un comunicado difundido este lunes desde Jerusalén, «las expectativas de inflación» para todos sus niveles «se encuentran dentro del rango de las metas» establecidas.
Esta es la séptima subida de tipos que realiza el Banco de Israel desde abril del 2022, cuando elevó la tasa desde su mínimo histórico del 0,1 al 0,35 por ciento, recordó el diario Globes.
La tasa de interés, añadió, «está ahora en su nivel más alto desde el cuarto trimestre del 2008».
Las autoridades del organismo vienen pronosticando una inflación del 3 por ciento para el 2023, una estimación corregida respecto del 2,5 por ciento de su estimación más reciente, de octubre del año que acaba de terminar.
Además, los expertos del Banco de Israel prevén una tasa de interés del 4 por ciento para fines de este año.
En su comunicado de hoy, la institución dijo que la actividad económica en Israel «sigue siendo fuerte», pero que «la tasa de crecimiento parece haberse desacelerado en relación con la primera mitad del 2022».
A nivel global, destacó que la desaceleración de la actividad económica en el extranjero «continuó y el riesgo de recesión está aumentando en muchos países».
«El entorno de inflación sigue siendo alto, pero en Estados Unidos continúa la tendencia de moderación» y «hay signos» en ese mismo sentido «en la eurozona y en Gran Bretaña», concluyeron los economistas israelíes.