En unos pocos años, los drones dejaron de ser un elemento exótico para convertirse en parte del paisaje de grandes ciudades en cualquier lugar del mundo, tanto que hasta existen modelos que son juegos de niños.
Pero esta expansión también trae consigo riesgos, ya que un dron en manos equivocadas puede causar grandes daños, no solamente a objetivos militares sino también a blancos civiles o urbanos.
Contra esos eventuales «drones rebeldes», una firma israelí desarrolló un sistema de defensa que puede neutralizarlos y hacerlos aterrizar a la fuerza, sin daños colaterales.
La empresa, D-Fend Solutions, tiene su base en la ciudad de Raanana, al norte de Hertzlia, no lejos de Tel Aviv, y acaba de recolectar 28 millones de dólares en una nueva ronda de financiamientos.
D-Fend fue fundada en el 2017, y sus equipos cuentan con un sistema autónomo de contraataque (EnforceAir c-UAS) que detecta, localiza e identifica de manera automática y pasiva a los drones no autorizados.
Recientemente, la plataforma EnforceAir c-UAS fue seleccionada por la Defense Innovation Unit (DIU) de Estados Unidos para «mitigar las crecientes amenazas de los drones comerciales, especialmente en los entornos complejos actuales», según explicaron voceros de la empresa israelí.
En su sitio de internet, D-Fend remarca que «la popularidad de los drones comerciales está creciendo rápidamente» y que, para el año 2020, «se espera que más de 100 millones de drones estén en uso».
«Hasta hace unos años, los vehículos aéreos no tripulados (UAV) eran aviones puramente militares pero, hoy en día, los drones comerciales están ampliamente disponibles, son relativamente económicos y cuentan con capacidades militares de primer nivel», señaló D-Fend.
Si bien la mayoría de los drones se usan con fines «legítimos y positivos», continuó D-Fend, «muchos se usan de manera irresponsable o maliciosa: poniendo en riesgo aviones en los aeropuertos, contrabandeando drogas y armas en las cárceles, atacando o acosando a figuras políticas y llevando a cabo actos terroristas».
Sistemas anti-drones ya vienen siendo utilizados por fuerzas militares en todo el mundo desde hace años, pero los riesgos en zonas civiles son distintos y las autoridades no pueden correr el riesgo de daños colaterales.
Las tecnologías militares de contraataque, generalmente basadas en detección de radar, interferencia de señales o directamente la utilización de misiles o rayos láser destructivos, «se han implementado con éxito en instalaciones militares en alta mar y entornos rurales», señalaron.
«Sin embargo, estas tecnologías no son adecuadas para entornos urbanos o aeropuertos debido a los riesgos de daños colaterales, interferencia de comunicaciones y perturbación intrínseca a la funcionalidad diaria en escenarios urbanos», dijeron los voceros de D-Fend.
«Nuestra tecnología de primer nivel, profundamente arraigada en la experiencia israelí en guerra electrónica y seguridad cibernética, está desarrollando capacidades únicas para identificar drones no autorizados e interceptarlos de manera segura, asumiendo el control de sus enlaces de control de vuelo y aterrizándolos en una zona segura designada», aseguraron.