Las autoridades israelíes autorizaron la reapertura de locales comerciales en todo el país, con algunas excepciones y bajo estrictas medidas sanitarias, en el marco de la flexibilización de la cuarentena impuesta por la pandemia de coronavirus
Según informaron voceros del gobierno, la nueva regulación entra en vigencia a partir del primer minuto del 26 de abril. Seguirán cerrados los centros comerciales y los gimnasios, y los restaurantes y bares solamente podrán vender comida para llevar o para entregar a domicilio.
La moderación de las restricciones de aislamiento social puestas en marcha por el coronavirus ya había sido anunciada a mediados de este mes, cuando se informó que el plan contará de cuatro fases, comenzando con una flexibilización en los sectores del transporte y la tecnología.
Una reapertura de los locales comerciales a la calle se esperaba para dos semanas después de ese anuncio, pero las autoridades decidieron adelantarlo una semana, teniendo en cuenta la estabilidad en el número de personas afectadas por la nueva enfermedad.
La oficina del primer ministro señaló que los locales podrán abrir solamente bajo cumplimiento de normas de seguridad e higiene.
Por ejemplo, se estableció que «el propietario u operador de la tienda, en la medida de lo posible, tomará la temperatura de las personas que ingresan al local y les hará preguntas sobre los síntomas de la enfermedad».
Además, programará grupos de trabajadores en turnos separados, se designará a uno de los empleados como «responsable de los asuntos de coronavirus» y se instalarán particiones para evitar la transferencia de gotas de saliva entre vendedores y clientes.
Aquellas tiendas que no cumplan con estas reglas podrán ser castigadas con multas de hasta 2.000 shekels, unos 570 dólares estadounidenses.
El gobierno anunció también la puesta en marcha de un programa de asistencia para pequeñas empresas por 5.200 millones de shekels (unos 1.500 millones de dólares).