Una startup israelí creó un nuevo jugador para el creciente mercado de la «leche sin leche» vegetal, en este caso a base de una legumbre originaria de África y conocida alrededor del mundo con muchos nombres, desde black eyed peas a frijol de carita, caupí o chícharo salvaje.
Ya son muy consumidas las leches sin derivados animales como las que se producen con soja o almendras, pero desde Israel desarrollaron esta nueva versión a partir de un vegetal con mucho menor impacto ambiental.
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La vigna unguiculata -que tiene todavía más nombres comunes, como frijol paciencia o espelón- es una planta anual cuyo origen se puede rastrear hasta el África Occidental y se cultiva en gran parte de Asia y de las Américas en distintas variedades.
Sus frutos son más pequeños que los frijoles convencionales, midiendo apenas un centímetro, su color es blanco o blanco amarillento y tiene una característica mancha negra en su costado.
La leche desarrollada por Better Pulse, explican desde la startup israelí, que tiene su base en el moshav Givat Hen, en el centro del país, «se basa en un cultivo muy resistente», con «pocos requerimientos de agua y fertilizantes y una tolerancia innata al calor».
Se trata, enfatizan, de un cultivo que «puede restaurar la resiliencia del suministro» de alimentos con proteínas de origen vegetal «frente al calentamiento global, sin comprometer los beneficios únicos para la salud y el delicioso sabor».
Algunas estimaciones señalan que producir un litro de leche de vaca libera más CO2 y requiere hasta nueve veces más cantidad de tierra que cualquier alternativa vegetal.
Sin «sabor a hierba»
Pero también algunas de las alternativas vegetales son costosas para el medio ambiente, como por ejemplo las almendras, que están causando serios problemas en California a causa del alto consumo de agua y necesidad de nuevas tierras.
En cuanto al producto, la leche vegetal producida con black eyed peas o frijol de carita «no es alergénica ni transgénica y contiene casi todos los aminoácidos esenciales”, aseguró el director ejecutivo de Better Pulse, Alon Karpol
Hablando con el portal israelí NoCamels, Karpol dijo que la leche de caupí se emulsiona y forma espuma, es de color blanco como la leche de vaca y no deja un fuerte sabor a frijol o hierba, un problema con algunos de estos productos vegetales alternativos.
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Better Pulse, indicó el CEO de la startup durante la entrevista, planea entrar inicialmente al mercado como otra fuente de proteínas para alternativas a la leche de origen vegetal.
«Pero también tiene sueños más grandes», señaló el informe de NoCamels, ya que trabaja además en un modelo de negocio a negocio (B2B) para «comercializar proteína de caupí a empresas de alimentos para que sea reformulada en yogur no lácteo, cremas para café y más».