Como en la película Volver al futuro II pero para aviones: científicos israelíes desarrollaron un combustible sustentable hecho a partir de residuos y otros elementos que puede revolucionar la industria del transporte aéreo.
La startup detrás de este proyecto es CarboNGV, una joint venture de la Universidad Ben-Gurion del Negev, que tiene su base en Beer Sheva, en el sur del país, y el Grupo Ralco, una de las principales empresas israelíes del sector de los dispositivos eléctricos y electrónicos.
Ralco invirtió ya más de dos millones de dólares en CarboNGV y su proyecto para poner a punto un combustible sustentable para la industria de la aviación, una de las grandes metas en la lucha contra el recalentamiento de nuestro planeta.
Se estima que el sector de las líneas aéreas es responsable del 2,5 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, equivalentes a más de 900 millones de toneladas de dióxido de carbono.
En la carrera para diseñar alternativas, CarboNGV utiliza desechos y otros materiales para producir combustible mediante un método patentado.
Hasta ahora, el problema con la producción de alternativas es que, en efecto, se obtiene combustible para aviones, «pero también otros materiales que se tiran por ahí y que son muy poco respetuosos con el medio ambiente», afirmó Shirley Sheffer Hoffman, vicepresidenta del brazo de transferencia de tecnología de la Universidad Ben-Gurion.
«El cielo no es el límite»
Hablando con el portal israelí NoCamels, la directiva aseguró que el proceso patentado por CarboNGV «es capaz de producir el combustible sustentable con muy buena eficiencia, y tiene los contaminantes muy contenidos, también de una manera muy sostenible».
Se prevé que la primera planta de demostración de CarboNGV estará en funcionamiento para el 2025. Sheffer Hoffman le dijo a NoCamels que el combustible hecho con residuos tardará luego «al menos un par de años» en llegar al mercado.
«En CarboNGV, creemos que el cielo no es el límite«, afirmó por su parte el CEO de la startup, Arie Sussely, quien llegó procedente de Ralco y después de trabajar durante más de veinte años en la oficina del primer ministro en Jerusalén.
«Nuestro objetivo -afirmó Sussely- es hacer de Israel un líder en soluciones de aviación sostenible y convertirlo en una nación de despegue, lo cual es más importante ahora que nunca».