La firma israelí Aleph Farms, una de las principales del mundo en el desarrollo del «cultivo» de carne en laboratorio a partir de células de músculos de vacunos, firmó un acuerdo con el coloso Mitsubishi Corporation para introducir el producto en Japón, adaptándolo al paladar local
«Proporcionaremos nuestra plataforma de fabricación escalable y probada (BioFarm) para el cultivo de filetes de músculo entero», y Mitsubishi Corporation «aportará su experiencia en procesos biotecnológicos, fabricación de alimentos de marca y canales de distribución local en Japón», señaló Aleph Farms en un comunicado.
El memorando de entendimiento con el Food Industry Group de Mitsubishi forma parte de la estrategia de Aleph para desembarcar en Asia con la carne «cultivada». La firma israelí, entre cuyos inversionistas figuran el gigante estadounidense Cargill, planea colocar su lote inicial de carne cultivada en Asia a principios del año próximo, comenzando por Japón.
La operación con Mitsubishi «marca un hito importante para nosotros, ya que venimos construyendo metódicamente las bases de nuestras actividades globales de comercialización con socios seleccionados», dijo Didier Toubia, cofundador y director ejecutivo de Aleph Farms.
Según Toubia, la «cooperación» con la firma japonesa confirma el éxito de «la estrategia de Aleph Farms de trabajar junto con las industrias de alimentos y carne para asegurar una integración exitosa de la carne cultivada dentro del ecosistema, mientras maximizamos el impacto positivo que generamos».
«Estamos emocionados de acercar la producción de carne cultivada al mercado japonés», completó el cofundador de Aleph Farms, que tiene su base en Rehovot, unos veinte kilómetros al sur de Tel Aviv.
Aleph Farms recibió recientemente un espaldarazo público del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien a principios de diciembre último visitó la oficina central de la compañía en Rehovot y probó uno de los filetes «cultivados» con la tecnología BioFarm.
«Increíble, sabroso con compasión» hacia los animales, «no hay diferencia», declaró Netanyahu después de degustar la carne diseñada por los científicos y técnicos de Aleph Farm.
Teniendo en cuenta que Israel es uno de los principales centros mundiales del desarrollo de la «carne sin carne» a base de vegetales y de los filetes diseñados en laboratorio a partir de células animales, el primer ministro incluso anunció la designación de un funcionario para coordinar políticas con las empresas del sector.
La producción de carne «es una parte importante de la contaminación en el mundo», recordó Netanyahu en su paso por Aleph Farms. «Para obtener un corte de carne regular, se necesita una vaca y se usa tanto pasto con desperdicio, contaminación e inversión de energía, y aquí lo hacen directamente», añadió.
El primer ministro reconoció que «tomará un tiempo» hasta que la tecnología sea rentable y la carne de laboratorio pueda llegar a los grandes mercados, «pero lo lograrán», se esperanzó.
Precisamente, el acuerdo con Mitsubishi es un avance en ese sentido. El gigante japonés es un conglomerado que opera una red global de 1.700 empresas del grupo en 90 países, convirtiéndolo en un socio ideal para imponer nuevas costumbres y tecnologías.
En este caso, una tecnología «que salvará a millones de animales en el mundo y ayudará a prevenir el proceso de sacrificio en mataderos, con la contaminación que lo acompaña», según explicó la asesora del primer ministro en asuntos de Derechos Animales, Tal Gilboa.
«Este es el futuro en el campo de las proteínas alternativas», añadió Gilboa mientras acompañaba a Netanyahu durante la visita a Aleph Farms.
La tecnología de Aleph Farms se basa en las investigaciones desarrolladas por el equipo de la profesora Shulamit Levenberg en el Technion, que tiene su sede en Haifa, en el norte de Israel.
Allí, los científicos descubrieron que la proteína de soja puede funcionar como estructura de soporte para el «cultivo» de tejido bovino «artificial», una manera económica de producir carne sin necesidad de mataderos.