La empresa Equinom, especialista en el mejoramiento de semillas y con base en el kibutz Givat Brenner, en el centro del país, no lejos de Tel Aviv, está renovando la historia del milenario sésamo
Desde allí aseguran que su trabajo «está cambiando el paradigma de su producción y comercialización».
Según Gil Shalev, CEO y co-fundador de Equinom, el mercado mundial del sésamo mueve actualmente unos 10.000 millones de dólares.
En ese marco, «estamos desarrollando dramáticamente toda la cadena de valor del sésamo», aseguró Shalev.
La empresa israelí afirmó que las variedades más «inteligentes» de sus semillas están permitiendo a los agricultores generar rendimientos más precisos y predefinidos.
«Esto conduce a pronósticos y evaluaciones de ganancias más precisos que facilitan enormemente la ejecución de los posibles contratos, proporcionando a todos los socios una red de seguridad, al mantener los suministros y precios estables», indicaron.
La actual globalización del sésamo, añadieron, «significa más flexibilidad para los productores, las empresas de alimentos y los productores de granos».
Como parte de sus planes de desarrollo para el sésamo, Equinom firmó nuevos contratos a largo plazo con los principales manipuladores de granos y compañías internacionales de alimentos para cultivar y comercializar sus variedades de sésamo más inteligentes en África, América del Sur, Europa y el resto del mundo.
Los resultados hasta ahora incluyen la introducción de una nueva afluencia de tierras dedicadas al cultivo de sésamo por un total de 100.000 acres en todo el mundo para satisfacer las crecientes demandas, indicaron desde la empresa israelí.
Voceros de Equinom dijeron que los nuevos productores emergentes en Estados Unidos y Australia «están adoptando con entusiasmo el cultivo local de sésamo».
«Los productores tradicionales se están dando cuenta de los beneficios de las variedades de semillas sin OMG (organismos manipulados genéticamente) de Equinom» para ampliar su producción, agregaron.
El sésamo «puede prosperar en condiciones similares a la sequía donde otros cultivos fallan y ha demostrado ser un cultivo de bajo mantenimiento con rendimientos prometedores, lo que hace que sea una perspectiva atractiva en el mercado», apuntaron.
Shalev, por su lado, destacó que la industria del sésamo «es, por naturaleza, propensa a las fluctuaciones y eso dificulta que las partes clave de la cadena de suministro cumplan con las cuotas de producción prometidas».
«Nuestra solución -dijo el empresario israelí- elimina muchos de los riesgos asociados con las inconsistencias de rendimiento y brinda un nuevo sentido de seguridad».
Incluso en tiempos de crisis, como con la actual pandemia de coronavirus, «las empresas de alimentos pueden confiar en un suministro seguro de sésamo», indicó Shalev, quien destacó que la empresa está «elaborando nuevos planes de trabajo para impulsar la industria a pesar de los desafiantes cierres de fronteras y obstáculos del transporte» por la pandemia de coronavirus.