Fundó una startup que se convirtió en un coloso global, llevó una vida de lujo y excesos, cayó en malas prácticas comerciales que hundieron a su compañía, pero está de regreso: el polémico empresario israelí Adam Neumann ya tiene un nuevo proyecto que valdría mil millones de dólares
Casi tres años después de renunciar a su puesto de CEO de WeWork, la empresa que creó en el 2010 y con la que revolucionó el mundo del espacio inmobiliario del trabajo, Neumann está trabajando en Flow, su nuevo emprendimiento, se anunció a mediados de este mes de agosto.
Se trata de una idea emparentada con la de WeWork, que estableció el modelo de espacios compartidos de trabajo (co-working), una práctica ahora común alrededor de todo el mundo.
Ni el empresario israelí ni sus inversores dieron mayores detalles sobre cómo funcionará Flow, solo adelantaron que se tratará de una iniciativa con el objetivo de abordar la crisis mundial de la vivienda con alquileres «impulsados por la comunidad».
O, como lo explicó el diario británico The Guardian (que no se ahorró críticas para con el empresario israelí), «básicamente un WeWork para inquilinos».
En efecto, WeWork fue una buena idea: comprar edificios enormes y dividirlos en «espacios de trabajo» de diverso tamaño, unidos por «espacios comunes» muy cool, con sillones y cafeterías.
Al parecer, Neumann quiere repetir el concepto, pero adaptado a los apartamentos, cuyos precios en el mundo industrializado, y también en los países en desarrollo, no dejan de aumentar.
Para muchos, la imagen de Neumann sigue más marcada por Hollywood que por Wall Street
Según había reportado el Wall Street Journal en enero de este año, Neumann ya habría adquirido más de 4.000 unidades de viviendas en Estados Unidos en edificios que van desde Miami y Fort Lauderdale, en Florida, a Atlanta, en Georgia, y Nashville, en Tennessee.
¿La meta de esa expansión inmobiliaria? lanzar «una marca de apartamentos ampliamente reconocida, equipada con todo tipo de comodidades», según las pocas descripciones que se conocen de Flow.
Para The Guardian, en cambio, la nueva «gran idea» de Neumann consiste en «convertirse en el propietario (de apartamentos para alquilar) más grande de Estados Unidos».
En todo caso, el israelí ya logró un importantísimo respaldo: citando al New York Times, la cadena BBC reportó que Andreessen Horowitz, «una legendaria firma de capital riesgo que en su día apostó por Facebook y Airbnb, habría invertido 350 millones de dólares en la nueva aventura de Neumann».
Former WeWork CEO Adam Neumann’s new real-estate company, Flow, is planning a digital wallet — that stores crypto. (via @DavidJeans2 for @Forbes) https://t.co/xw9WCiSq8i
— Apple News (@AppleNews) August 21, 2022
«Andreessen Horowitz -continuó la BBC- confirmó en su blog el respaldo a Flow, describió a Neumann como un ‘líder visionario’ que ‘básicamente rediseñó la experiencia de la oficina’ y apostó a que hará lo mismo con las viviendas de alquiler».
El problema es que, «después de prometer remodelar» el mundo del trabajo y «convertirse con éxito en el propietario de oficinas más grande en muchas ciudades», recordó The Guardian, WeWork «sufrió un colapso» en el 2019, «cuando se reveló que la empresa valía mucho menos de lo que los inversores habían pensado».
El israelí, dijo su principal inversor en el nuevo proyecto, es «un líder visionario»
Neumann, que nació en Tel Aviv en 1979, sirvió por cinco años en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y luego estudió en Estados Unidos, había logrado, en efecto, posicionar a WeWork por las nubes.
Pero después de algunos años de gran suceso, y mientras se conocían las noticias sobre su afición a las fiestas, los inversores comenzaron a preguntarse si la empresa realmente valía 47.000 millones de dólares.
Finalmente, en ese fatídico (para Neumann) 2019, «por la desconfianza de los mercados y antes de arriesgarse a que la operación fuera un fracaso», la compañía decidió posponer la salida a bolsa «y averiguar cuál era su situación real», señaló Leire Ventas en el reporte de la BBC.
Tras la salida del israelí de la dirección de la empresa, «WeWork salió por fin a bolsa el año pasado, su valoración ya se había rebajado a 9.000 millones de dólares y hoy apenas alcanza los 4.100 millones», completó el relato.
Ahora, tras aquella sonora derrota, el empresario israelí está volviendo con todo.
El website de Flow no cuenta con ninguna información más allá de un escueto «coming 2023», por lo que se supone que comenzará a operar el año próximo.
Para el periódico económico Financial Times, que destacó que la inversión de Andreessen Horowitz es la más grande en registro de esa firma estadounidense, el retorno de Neumann es una verdadera incógnita.
WeWork sufrió un duro golpe en el 2019, después de que los inversores se preguntaron cuánto valía en realidad
La financiación de la inversora norteamericana «da forma a una narrativa de regreso para Neumann que está marcada por la misma ambición vertiginosa que llevó a WeWork», admitió el diario, según el cual «el mercurial» israelí «promete que su nueva empresa puede alterar la industria inmobiliaria».
The news that WeWork founder Adam Neumann received "about $350 million" in funding for his new real estate firm, Flow, from Andreessen Horowitz, set the startup world abuzz -- and for many, not in a good way. https://t.co/037t1z8nAZ
— Inc. (@Inc) August 19, 2022
¿Tendrá con Flow un éxito más duradero y genuino que con WeWork? Mientras tanto, la imagen de Neumann está más cerca de Hollywood que de Wall Street.
La miniserie «WeCrashed», que se difundió en marzo de este año por Apple TV con Jared Leto en el papel de Neumann y Anne Hathaway como Rebekah, su esposa, presentó al empresario israelí básicamente como un personaje ambicioso, inteligente y sin escrúpulos.
Queda por verse si podrá borrar esa imagen con Flow, o terminar de confirmarla y abrir las puertas a una serie «WeCrashed 2».