El multimillonario estadounidense Bill Ackman adquirió una participación de casi el 5% en la Bolsa de Tel Aviv, en una transacción que marca una de las inversiones más importantes en Israel desde que comenzó la guerra en Gaza y un claro apoyo al país tras el ataque terrorista del 7/10.
«La inversión representa nuestro apoyo a Israel y nuestra confianza en su economía y su crecimiento a largo plazo», le dijo el empresario al portal de noticias económicas Globes.
Comprar propiedad «de una bolsa de valores en un país con un tremendo potencial de crecimiento a largo plazo es una de las mejores inversiones que se pueden hacer», añadió Ackman.
Según estimaciones de la prensa económica norteamericana, la operación, que Ackman llevó a cabo junto a su esposa, Neri Oxman, involucró unos 25 millones de dólares.
La Bolsa de Valores israelí (conocida como TASE, por la sigla en inglés de Tel Aviv Stock Exchange) anunció esta semana que el dinero recaudado en la oferta de acciones ordinarias -de la que participó Ackman- se utilizará para «invertir en su infraestructura tecnológica».
Esta oferta de acciones, dijo la TASE en un comunicado, «atrajo un gran interés por parte de inversores de Israel, Estados Unidos, Europa y Australia, lo que refleja un fuerte voto de confianza tanto en la Bolsa de Tel Aviv como en la economía israelí en general».
«Una señal positiva» para la economía en medio de la guerra
Entre los compradores destacados, apuntó el texto, «se encontraban Neri Oxman y Bill Ackman, quienes acordaron comprar una participación accionaria de aproximadamente el 4,9% en TASE».
Según precisó Globes, «no se espera que Ackman se convierta en parte interesada ni se una al consejo de administración» de la Bolsa de Valores.
En cambio, Ackman avanzó con la adquisición «principalmente por el deseo de expresar su apoyo a Israel, y también porque le gustaba la empresa», dijo un «alto funcionario» del mercado citado por Globes. «Y eso marca una señal positiva para el valor de las acciones», agregó.
El periódico afirmó que el empresario y su esposa, una conocida diseñadora nacida en Israel, desembolsaron «su propio dinero» como parte de la «guerra contra el antisemitismo» que creció a nivel mundial tras el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre del 2023.
De hecho, Ackman tuvo un papel importante en la reacción contra los episodios de antisemitismo que se desarrollaron en la Universidad de Harvard, su alma mater, y que terminó con la renuncia de su controvertida presidenta, Claudine Gay.
«Pro-israelí y pro-palestino»
Dueño de la poderosa firma de gestión financiera (especializada en hedge funds) Pershing Square Capital Management, Ackman suele declararse «pro-israelí y pro-palestino».
“Soy pro palestino. Algunos podrían sorprenderse por esto debido a mi reciente defensa» de Israel, «pero no deberían sorprenderse: soy antiterrorista, no anti-palestino, no es incoherente ser proisraelí y pro-palestino», afirmó a través de la red social X (ex Twitter).
Dueño de una fortuna de unos 4.000 millones de dólares, según las estimaciones de Forbes, el magnate financiero apoya férreamente a Israel pero también expresa a menudo su simpatía por el pueblo palestino.
Incluso aseguró haber invertido «millones para ayudar a promover el desarrollo económico palestino y la coexistencia pacífica» con Israel.