Una pequeña compañía israelí quiere competir con Elon Musk, buscando hacerse un lugar en el negocio de las comunicaciones satelitales para zonas agrícolas sin conexión a internet, un terreno donde se destaca Starlink, una de las empresas del dueño de Tesla.
Se trata de hiSky Satellite, que tiene su sede en Rosh Haayin, en el centro de Israel, unos treinta kilómetros al este de Tel Aviv. Hasta ahora, señaló el periódico económico israelí Globes, la empresa venía «operando bajo el radar desde el 2015, pero las cosas cambiaron».
Los expertos del sector, afirmó el reporte, incluso «establecen paralelismos» entre la compañía israelí y «el Starlink de Elon Musk», ya que ambas trabajan en el sector del internet de las cosas y las conexiones satelitales en zonas sin cobertura de comunicaciones.
Globes dijo que la empresa, «que proporciona servicios de comunicación por satélite a industrias como la agricultura, proveedores de infraestructura crítica, la industria pesquera y el transporte marítimo, es mencionada repetidamente en los medios de comunicación mundiales».
En especial, hiSky llamó la atención de los analistas de esta industria después de firmar un acuerdo con Intelsat, uno de los mayores operadores de redes de comunicación por satélite del mundo.
Un juego de gigantes
Intelsat, por su parte, entró a lo grande en el terreno de la conectividad para tractores agrícolas, que cada vez más dependen de las comunicaciones satelitales. La compañía, que tiene sede en Luxemburgo y en Estados Unidos, será la proveedora de los tractores fabricados por CNH.
Otro gigante del sector, John Deere, rubricó un acuerdo similar con Starlink, la empresa de Musk. La alianza CNH-Intelsat operará en los campos de Brasil, Australia y Estados Unidos, entre otros países. Y Starlink + John Deere harán lo propio en Estados Unidos y Brasil, se informó.
En el medio de este juego de gigantes quedó hiSky, cuya plataforma de comunicaciones será utilizada por la red de Intelsat.
Según explicó Globes, algunas empresas de comunicaciones por satélite, como Intelsat y Starlink, son dueñas de sus satélites de comunicaciones, «pero la historia es diferente con hiSky».
La firma israelí desarrolla terminales que se pueden instalar en vehículos agrícolas «y que pueden conectarse al servicio satelital a través de una red inalámbrica, sin depender de una red satelital particular», agregó.
Más flexible y más barato
Desde hiSky apuntan que su plataforma ofrece a los clientes una mayor flexibilidad. Los satélites de órbita baja, reconocieron, están más cerca de las antenas en tierra, «lo que facilita velocidades de datos más altas».
«Pero los tractores, por ejemplo, no necesitan estas velocidades de datos». Frente a eso, indicaron, «el servicio que ofrecemos es más versátil para el cliente», y más barato.
Otra diferencia, señalaron directivos de hiSky citados por Globes, es la forma en que funciona la red de comunicaciones. «Starlink -compararon- tiene una red cerrada» donde «todos los datos van a su centro de datos y de allí al cliente».
«Con nosotros es diferente -aseguraron-. No tocamos los datos del cliente y los clientes pueden configurar su propia red privada sobre nuestra infraestructura».