¿Se imagina la posibilidad de comprar sus vegetales completamente frescos de una máquina expendedora que funciona las veinticuatro horas, los 365 días del año? Una startup de Israel ya está trabajando para hacerlo realidad.
Replantin, fundada en el 2022 en Tel Aviv, está poniendo a punto estas máquinas en cuyo interior crecen de manera vertical las plantas. Todo comienza con una semilla que se coloca dentro de una cápsula de tecnología patentada y del tamaño de una cápsula de café.
En la cápsula, explican desde la startup israelí, se encuentran todos los nutrientes que la planta necesita para crecer, y lo hace de manera automatizada y totalmente monitoreada.
Una vez que la semilla brotó, «el clima y otras condiciones cambian gradualmente» y el sistema entra «automáticamente en las diferentes etapas de crecimiento», señaló el fundador y director ejecutivo de Replantin, Guy Elitzur.
«Es como una pequeña fábrica que cultiva y suministra los productos», le dijo Elitzur al portal israelí de noticias tecnológicas NoCamels.
Un revolucionario sistema de riego
«Nuestro objetivo -señalan los emprendedores en el sitio de internet de la startup- es revolucionar la forma en que se lleva a cabo la agricultura para que sea más sostenible, asequible y accesible, integrando la naturaleza y la tecnología por completo».
Para lograrlo, la máquina expendedora tiene un sistema de riego que bombea agua automáticamente varias veces al día, suministrando constantemente la cantidad justa que necesitan los vegetales, según la variedad.
Una cámara gestionada con inteligencia artificial monitorea el crecimiento de cada planta, señaló NoCamels, y «verifica que esté lista para el consumo y luego permite que la máquina expendedora la dispense».
La empresa, añadió el reporte, planea instalar las máquinas en supermercados y restaurantes. Una aplicación permitirá a esos locales supervisar el crecimiento de las plantas y pedir cápsulas frescas cuando sea necesario reponer las existencias.
Según voceros de Replantin, la misión principal de la startup es «consolidar la cadena de suministro de productos frescos» al mismo tiempo que se transforma la agricultura «para que sea más limpia, más segura, más sostenible y asequible».
Además, ayuda a evitar el desperdicio
Elitzur dijo que la idea surgió como posible solución a uno de los principales problemas que enfrenta actualmente la agricultura comercial: las verduras, muchas de las cuales se marchitan rápidamente, necesitan viajar largas distancias para llegar al mercado.
Se trata de «un proceso costoso que no siempre garantiza» que estos productos, en especial los de hojas verdes, «lleguen en su máxima frescura» al consumidor, destacó.
«Deben conservarse en el frigorífico y tienen una vida corta, lo cual es un problema», agregó el emprendedor, según el cual alrededor del 60 por ciento de las lechugas, por ejemplo, se echa a perder durante el trayecto desde el productor a la tienda.
¿La solución? Llevar la huerta a las tiendas en los centros urbanos, aprovechando las nuevas tecnologías y el cultivo vertical, aseguran desde Repostin. Además, una ventaja extra: el sistema no usa pesticidas.
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