Dos empresas controladas por el estado de Israel, y que figuran entre las principales del mundo en el sector de la defensa y la seguridad, produjeron cientos de millones de dólares en negocios para el país.
Una de ellas, Rafael Advanced Defense Systems, la compañía detrás de dispositivos como la Cúpula de Hierro y los misiles antitanque Spike, trasladará 444 millones de shekels (unos 120 millones de dólares) a las arcas del estado en concepto de dividendos por sus operaciones.
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El ministro a cargo de la Autoridad de Empresas Gubernamentales, David Amsalem, aprobó la distribución de dividendos y «elogió a los 8.500 empleados de Rafael por su contribución al estado de Israel», apuntó el periódico Globes al adelantar la noticia.
Amsalem «afirmó que la empresa es un modelo de excelencia y audacia» en la industria militar israelí, y que «el dividendo será un instrumento importante para continuar el desarrollo de las defensas del país».
El funcionario destacó que «las empresas estatales fuertes y eficientes» son «un componente vital de la economía de Israel» y que deben ser gestionadas «con vistas a maximizar sus ganancias y aplicarlas al beneficio del público, como en el pago de dividendos».
Años récord para Rafael y para IAI
Globes recordó que Rafael (creada en 1948) publicará sus estados financieros del 2024 a finales de marzo y que esos registros «probablemente mostrarán otro año récord para la compañía», como ocurrió con Israel Aerospace Industries (IAI).
En efecto, IAI -que desarrolla, entre otros productos, los drones Heron y los misiles Barak y Arrow- publicó sus estados financieros a mediados de marzo, mostrando una cartera de pedidos récord de 25.000 millones de dólares a finales del 2024.
Además, la empresa registró un aumento de las ventas hasta un monto de aproximadamente 6.112 millones de dólares en el 2024, en comparación con los cerca de 5.327 millones del 2023.

Por otro lado, marcó un crecimiento del 55 por ciento en los ingresos netos en el 2024 hasta aproximadamente 493 millones de dólares, un importante alza respecto de los ingresos netos de cerca de 318 millones de dólares del año previo.
Estabilidad financiera y seguridad para los israelíes
Cuando se anunciaron esos números, el CEO de IAI, Boaz Levy, dijo que «la seguridad del estado de Israel, su gente y su economía son fundamentales para nuestros esfuerzos».
«Seguiremos liderando el desarrollo de soluciones tecnológicas de vanguardia necesarias para el futuro campo de batalla, como siempre lo hicimos», añadió.
IAI, indicó por su lado el CFO de esta corporación estatal israelí, «sigue obteniendo resultados extraordinarios en sus contratos, ingresos, utilidades y flujos de caja de sus actividades operativas».
Durante «estos tiempos difíciles» marcados por la guerra en Gaza y el sur del Líbano, la empresa «demostró su estabilidad financiera, su compromiso con las obligaciones comerciales internacionales y su disposición para apoyar al sistema de seguridad de Israel», completó.
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Tanto IAI (fundada en 1953) como Rafael, al igual que la tercera gran empresa israelí de defensa, Elbit Systems, vienen registrando niveles de ventas récord por las operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el rearme europeo que se activó tras la invasión rusa de Ucrania, en el 2022.
De hecho, uno de los más respetados informes sobre el estado de la industria y el comercio de armas a nivel mundial, elaborado por la organización pacifista SIPRI, ubicó a Israel en el octavo puesto entre los mayores exportadores globales del sector.