Israel comenzó a exportar gas natural hacia Egipto el miércoles de esta semana, en una operación histórica desde el punto de vista económico pero que también marca un hito en las relaciones entre los dos países, que firmaron un acuerdo de paz en 1979, hace más de cuarenta años.
«Hoy es un día festivo para el estado de Israel», afirmó el ministro de Energía israelí, Yuval Steinitz, comentando con la prensa la inauguración de las operaciones de exportación de gas desde las bases offshore Leviathan y Tamar, en el Mediterráneo.
El acuerdo entre la estadounidense Noble Energy y la israelí Delek Drilling, que controlan las plantas de extracción offshore, y Dolphinus Holdings, una empresa privada egipcia, prevé exportaciones de gas natural por unos 20.000 millones de dólares estadounidenses.
Las operaciones de exportación de gas comenzaron después de un largo proceso de negociaciones, con un acuerdo finalmente firmado en octubre último y aprobado por el gobierno israelí en diciembre. Se prevé que los gasoductos llevarán a Egipto unos 85.000 millones de metros cúbicos desde Tamar y Leviathan.
Cuando se aprobó oficialmente la exportación, Steinitz dijo que el acuerdo representa «la cooperación económica más importante entre Israel y Egipto desde la firma del tratado de paz entre los países».
Y el miércoles, en un comunicado conjunto, los ministerios de Energía de Jerusalén y El Cairo afirmaron que la operación «servirá a los intereses económicos de ambas partes».
Además, señalaron, «permitirá a Israel exportar parte de su gas natural a la región a través de las plantas de licuefacción de gas de Egipto y promover la posición de Egipto como un centro regional de gas».
De hecho, reportes difundidos después del comienzo de las operaciones de exportación señalaron que Egipto ya está listo para revender gas a Europa.
La norteamericana Noble Energy descubrió los yacimientos israelíes de gas en el Mediterráneo en 1999. Actualmente, la plataforma Tamar proporciona el 60 por ciento de la energía del país.