La filial israelí del gigante de la informática Intel duplicó sus exportaciones en el 2019, saltando 2.700 millones de dólares hasta llegar a los 6.600 millones, según reportó la empresa en su más reciente Informe de Responsabilidad Corporativa
El monto representa alrededor del 12,5 por ciento de todas las exportaciones israelíes de high tech, según destacó la prensa local al dar la noticia.
Intel se estableció en Israel en 1974, cuando abrió su oficina en Haifa, en el norte del país, con apenas cinco empleados. Hoy, la compañía emplea a unas 10.000 personas, además de apoyar indirectamente los puestos de trabajo de otros 30.000 en todo Israel.
Como el mayor empleador y exportador privado del país, y considerado el líder de la industria local de electrónica e información, «Intel Israel es uno de los componentes básicos de la industria de alta tecnología y un componente importante en la base económica» nacional, destacó la propia empresa.
En efecto, Intel es uno de los grandes componentes de la economía israelí. Y, además de su propia oficina, la multinacional protagonizó en los últimos años varias adquisiciones de alto perfil.
Por ejemplo, Intel adquirió en diciembre último el desarrollador de chips de inteligencia artificial Habana Labs, que tiene su sede en Tel Aviv, por 2.000 millones de dólares y, en marzo del 2017, llevó a cabo la compra record de la staturp de movilidad inteligente automotriz Mobileye, de Jerusalén, por 15.300 millones.
En el Informe de Responsabilidad Corporativa para 2019-2020, el gerente general de la filial de la multinacional, Yaniv Garty, dijo que los objetivos «con los que Intel Israel se ha comprometido son muy ambiciosos».
«Reflejan nuestra fuerte ambición, voluntad y necesidad de liderar colaboraciones que aborden los desafíos que nadie puede superar solo», agregó Garty, según el cual la compañía está comprometida en «persistir en una conducta responsable, inclusiva, sostenible y propicia en nuestras operaciones y cadena de suministro».