Aunque se mantiene alta y en terreno de inversión, la agencia internacional de ratings S&P rebajó la calificación crediticia soberana de Israel por segunda vez en pocos meses citando la situación creada por la guerra, la cual, sin embargo, está siendo sorteada con solidez por el sector de la alta tecnología.
«Vemos una probabilidad cada vez mayor de que el conflicto de Israel con Hezbollah, dada la reciente escalada de combates, se prolongue y se intensifique, planteando riesgos de seguridad», señalaron los analistas de S&P al explicar su pronóstico negativo.
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En el nuevo reporte, la agencia bajó la calificación de A+ a A (un rating medio a alto) y estimó que la guerra en Gaza contra Hamas, que estalló tras el ataque islamista del 7/10, y los combates en el Líbano contra Hezbollah podrían extenderse hasta el 2025.
La agencia de ratings dijo que espera una «recuperación económica retrasada» en Israel y revisó a la baja la previsión de crecimiento real al 0 por ciento en el 2024 y un 2,2 por ciento en el 2025.
También previó una ampliación del déficit fiscal en el corto y medio plazo a causa de los gastos relacionados con la defensa.
A pesar de la rebaja, S&P puso la calificación crediticia de Israel un nivel por encima de la de otra de las grandes agencias de ratings, Moody’s, que la redujo dos niveles hasta Baa1, el equivalente a BBB+ de S&P.
Apostando a un presupuesto «responsable»
Respondiendo a la calificación de Moody’s, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, aseguró que la economía de Israel sigue «fuerte» y que, para enfrentar la situación bélica, se aprobará «un presupuesto responsable con las medidas restrictivas necesarias».
«Después de la victoria en la guerra -pronosticó-, aquellos que rebajaron la calificación la restablecerán al verdadero nivel de la economía israelí».

La solidez de la economía israelí fue confirmada, al menos en el sector de la alta tecnología, en un reporte de la Autoridad de Innovación de Israel, una organización gubernamental muy activa en el impulso de las startups nacionales.
El informe mostró que, a pesar de la guerra, el ecosistema de la alta tecnología israelí sigue siendo la tercera del mundo en captación de capital, solamente detrás de Silicon Valley y Nueva York.
De hecho, el capital recaudado entre octubre del 2023, cuando estalló la guerra, y agosto del 2024 «es igual a las cifras del año anterior», indicó el informe. «Sin embargo -reconoció-, el crecimiento del empleo se estancó y la incertidumbre aumenta».
Otro desafío para la economía del país
La guerra, apuntó Gila Gamliel, la ministra de Innovación, Ciencia y Tecnología, «añadió otro desafío a la economía israelí». Pero el informe, destacó, «demuestra que la alta tecnología israelí sigue siendo un pilar estable» de la economía nacional.
De todas maneras, admitió, «debemos actuar con urgencia para garantizar que el sector pueda seguir liderando nuestro crecimiento económico».
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Para Gamliel, «no basta con permanecer estables» y hace falta «luchar por la prosperidad y el crecimiento, especialmente frente a la competencia global».
En el informe, la Autoridad de Innovación recordó que la industria high-tech «representa más de la mitad de las exportaciones del país, un tercio de los ingresos del impuesto sobre la renta de los empleados y una quinta parte del producto interno bruto (PIB)».