En las últimas décadas, Israel se ganó el apodo de StartUp Nation gracias a los cientos de empresas emergentes que pusieron al país a la vanguardia en el terreno de la tecnología y la ciencia: después del ataque terrorista del 7 de octubre, y en medio de una guerra, la economía high tech entró en modo Restart Nation.
Pocas horas después de la invasión de Hamas en las comunidades de la zona fronteriza con Gaza, donde dejaron más de 1400 muertos y secuestraron a unas 240 personas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se pusieron en marcha para repeler el ataque y destruir al grupo islamista.
La operación Espadas de Hierro, que ya lleva varias semanas en acción, involucra la movilización de decenas de miles de soldados que están haciendo el servicio militar y otros tantos de la reserva activa.
Se trata de números que inevitablemente impactan en la economía nacional, comenzando por el hecho de que recortan ampliamente la base de la fuerza de trabajo del país. Y entre ellos se incluyen miles de jóvenes empleados, técnicos, ingenieros y emprendedores del universo StartUp Nation.
Una encuesta entre 500 empresas emergentes, realizada por la Autoridad de Innovación de Israel (AII) y el centro de estudios Start-Up Nation Policy Institute (SNPI) apenas una semana después del ataque de Hamas, mostró que el sector está enfrentando dos graves problemas.
«Repentina falta» de mano de obra
En primer lugar, señaló un artículo del portal de noticias tecnológicas NoCamels sobre el informe de la AAI y el SNPI, el sector está lidiando con la «repentina falta de mano de obra provocada por el llamado masivo de emergencia de las tropas de reserva» por parte de las FDI.

Por el otro lado, debe asumir otro asunto también inesperado, «una caída en la inversión para empresas que aún se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo».
Consultado por NoCamels, Jon Medved, fundador y director ejecutivo de OurCrowd, una plataforma global de inversión de riesgo con sede en Jerusalén y oficinas en todo el mundo, dijo que el sector es «altamente resiliente».
Para Medved, el ecosistema del high tech israelí «no sólo podrá sobrevivir sino que incluso prosperará durante el conflicto», afirmó el portal. Para sostener esa declaración, el empresario apuntó a «la capacidad de Israel para superar una multitud de desafíos a lo largo de su existencia».
En todo caso, además de confiar en el espíritu de la StartUp Nation (¿ahora Restart Nation?), ya están en marcha varias campañas para sostener financieramente al sector del high tech israelí, uno de los más dinámicos de la economía nacional y que a menudo se gana espacio en los medios de todo el mundo.
Señales de apoyo y confianza
Por ejemplo, la firma estadounidense de capitales de riesgo SYN Ventures lanzó un fondo de 75 millones de dólares para invertir en nuevas empresas cibernéticas en etapa inicial y pretende canalizar una proporción significativa hacia startups israelíes.
La creación de este fondo «en estos tiempos de guerra es una señal de apoyo y confianza de los gestores de fondos en la alta tecnología israelí en general y en las ciber-startups en particular», afirmó Marcio Lempert, el socio de SYN Ventures en Tel Aviv.

«Pretendemos identificar empresas que desarrollan las mejores tecnologías para los problemas más importantes del sector, invertir y crecer junto con ellas y, sobre todo, aprovechar nuestras conexiones para permitir una rápida adaptación del producto al mercado», adelantó Lempert.
A principios de noviembre se informó también la formación de un fondo de emergencia, bautizado Iron Nation (Nación de Hierro), impulsado por voluntarios de algunas de las más importantes firmas de capitales de riesgo, como Pitango Ventures, SilverTech Ventures, IGP Capital y Elah Fund.
Iron Nation estimó que la guerra resultó en el llamado a las filas de reserva de las FDI de entre el 15% y el 20% de la fuerza laboral tecnológica israelí, algo que llevó a las startups locales a «enfrentar desafíos sin precedentes».
La misión del fondo y de los voluntarios pro-bono, apuntó la organización al ser presentada, es «garantizar» que las startups israelíes «altamente prometedoras» y con respaldo de riesgo establecido, «puedan seguir creciendo durante y después de esta crisis».
Salvar a un segmento crítico de la economía israelí
Para poner en marcha este respaldo, el grupo convocó a las empresas emergentes israelíes a aplicar en su website para acceder al programa, que prevé planes para igualación de inversiones (matching) de la AII, «así como de los inversores existentes» de las startups.
Estas «empresas jóvenes que estaban preparadas para un viaje emocionante se enfrentan a desafíos sin precedentes» y sus impulsores «se han visto obligados a dejar de lado sus sueños» para cumplir «con su deber con el país», dijo Chemi Peres, socio director de Pitango Ventures.
«La comunidad inversora se niega a permitir que se conviertan en otra víctima de esta guerra», añadió. El amplio apoyo que está recibiendo el sector, indicó, «habla no sólo de la resiliencia del ecosistema tecnológico sino de la creencia de que podemos salvar un segmento crítico» de la economía israelí «y al mismo tiempo crear un resultado sostenible para los inversores».

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, y altos oficiales de las FDI ya advirtieron que esta guerra con Hamas en la Franja de Gaza puede extenderse por varios meses.
«Existe un plan»
Por eso, el economista jefe de la AII, Assaf Kovo, reconoció que «un conflicto prolongado requerirá asistencia del gobierno, no sólo para ayudar a reconstruir sino también para recuperar la confianza de los inversores».
Citado por NoCamels, Kovo aseguró que, «para ello, existe un plan para el 2024″ que involucra un acercamiento a «ciertos inversores extranjeros» con una herramienta diseñada específicamente para ellos.
El funcionario reveló que la AII está trabajando con el Ministerio de Finanzas en «diferentes planes para los diferentes escenarios» y recordó que el estado tiene en marcha un plan de ayuda financiera con un fondo para startups que se encuentra en los 400 millones de shekels (unos 100 millones de dólares).
Kovo le dijo al portal que parte de esa financiación puede aliviar al menos parcialmente el problema de la mano de obra, atrayendo subcontratistas en Israel y en el extranjero.
Todos estos esfuerzos de la Restart Nation se pueden demostrar vitales, ya que «la economía tecnológica es fundamental para nuestro país», resumió Gil Friedlander, uno de los fundadores de Iron Nation.