El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, advirtió que los crecientes gastos generados por la guerra en Gaza serán cubiertos con recortes presupuestarios que, según la prensa especializada, podrán resultar en «duras medidas» de ajuste en el terreno estatal y social.
Hablando este martes en Jerusalén, Smotrich dijo que el déficit previsto para el 2025 se reducirá al 4 por ciento del producto interno bruto, lo que requerirá ajustes presupuestarios de al menos 35.000 millones de shekels (unos 9.500 millones de dólares.
Smotrich, destacó la agencia Bloomberg, «se negó a dar más detalles, diciendo que todavía necesita presentar» los detalles del presupuesto «al primer ministro Benjamin Netanyahu y otros líderes de la coalición» de gobierno.
Según detalló el portal israelí Globes, el plan de Smotrich prevé una congelación de salarios en el sector estatal y de las asignaciones y pensiones del sector público.
Ahorro y racionalización
También, añadió el periódico, «un impuesto sobre la renta más alto» para los trabajadores en los niveles de pago más bajos «y una serie de medidas de ahorro y racionalización en los ministerios gubernamentales y la función pública» de Israel, entre otras medidas de ajuste.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el sistema nacional de seguridad están cubriendo varios frentes de conflicto desde el 7 de octubre del 2023, cuando militantes del grupo Hamas invadieron el sur del país y asesinaron a 1200 personas, además de secuestrar decenas de rehenes.
A partir de aquel ataque, las FDI lanzaron una campaña sobre Gaza para erradicar a Hamas y también recrudecieron los choques en la frontera norte contra Hezbollah, otro grupo islamista patrocinado por Irán.
Por si eso fuera poco, el país tuvo que soportar ataque de los hutíes desde Yemen y una agresión con misiles lanzada en abril último por el régimen de Teherán.
El frente inflacionario
En su conferencia de prensa en la capital, Smotrich reconoció además que «la inflación aumentó más de lo que queríamos», aunque estimó que se trata de «un asunto temporal».
«No veo un brote de inflación», y las alzas se registran principalmente en el sector inmobiliario, por ejemplo, «porque no hay trabajadores» en la construcción, detalló, «o en frutas y verduras, porque no hay importaciones de Turquía».
«No creo que haya una inflación mucho mayor, pero es posible que tengamos que revisar a la baja las proyecciones de crecimiento», concluyó el ministro.