El Property Index Overview of European Residential Markets, un indicador de los precios de propiedades en los mercados residenciales europeos (que incluye a Israel) preparado por la consultora Deloitte, colocó al país como el más caro para comprar una vivienda nueva en el 2022.
Citado por el periódico económico Globes, el estudio puso a Tel Aviv como la ciudad más cara de la región en este terreno.
Según el análisis de Deloitte, el precio de las viviendas nuevas en Israel el año pasado saltó hasta los 5.701 euros por metro cuadrado, un 16 por ciento más que en Austria, que ocupó el segundo lugar, un 19 por ciento sobre Alemania y un 23 por arriba de Francia.
«Esto a pesar de que la tasa de inicio de construcción registrada en Israel el año pasado fue mayor que la de los países europeos», añadió Globes. Sin embargo, Deloitte Israel advirtió que, ahora, la caída en los inicios de construcción de los últimos meses dará lugar a nuevos aumentos de precios.
Siempre según el reporte, los precios de las viviendas nuevas en Tel Aviv en el 2022 superaron incluso a ciudades tradicionalmente muy caras, como Londres.
En efecto, la ciudad sobre el Mediterráneo marcó 14.470 euros por metro cuadrado el año pasado, un 1 por ciento más que París y un 60 por ciento por arriba del promedio en la capital británica.
Globes advirtió que, de todas maneras, hay varios elementos que relativizan los puntos difundidos por el reporte.
Hay ciudades más baratas
Por ejemplo, Doron Gibor, socio local de Deloitte y especialista en bienes raíces, remarcó que las estadísticas no incluyen las disparidades interregionales que existen en los distintos países.
«En Austria, por ejemplo, que ocupa el segundo lugar en el precio medio de los apartamentos, las diferencias de precios entre las distintas ciudades son relativamente bajas», indicó Gibor.
Por otro lado, añadió, «la relación entre los precios de los apartamentos en Tel Aviv y los precios medios del país en su conjunto es tres veces mayor, lo que indica que aquí también hay ciudades baratas».
En los últimos años, Tel Aviv viene apareciendo entre las ciudades más caras del mundo, tanto por los precios para los residentes locales como en el terreno de los costos para los viajeros de negocios.