El gobierno de Israel está desarrollando un proyecto para crear en la zona de Eilat, en el extremo sur del país, un centro internacional de investigación para la producción de alimentos del mar y el desierto
Con un presupuesto aprobado de 170 millones de shekels (cerca de 50 millones de dólares), el proyecto ya está en marcha e incluye programas de biotecnología marina y acuicultura y de cultivo y cosecha de alimentos en el árido territorio del desierto del Negev.
La región «tiene todas las características y elementos potenciales para convertirse en un centro mundial de alimentos del mar y el desierto», afirmó el ministro de Agricultura israelí, Oded Forer, citado por el Jerusalem Post.
Por lo tanto, continuó el funcionario, «el programa tiene implicaciones estratégicas nacionales de gran alcance y la capacidad de asegurar futuras fuentes de alimentos para la población».
Además de su importancia en el terreno de la tecnología para los alimentos, Forer aseguró que el plan tendrá un importante impacto en la región alrededor de Eilat, el popular balneario israelí.
Teniendo en cuenta los incentivos gubernamentales planificados, «se espera que dentro de cinco años se agreguen alrededor de 900 puestos de trabajo en la zona y, dentro de diez años, con la maduración de la industria de alta tecnología en el área, alrededor de 250 más», señaló el ministro.
En general, agregó, se estima que «el impacto económico total en el área sea de 15.300 millones de shekels (alrededor de 4.490 millones de dólares) brutos durante treinta años».
El plan, apuntó el Jerusalem Post, se basa «en las ventajas relativas del área, incluido su clima desértico árido o semiárido único y la gran profundidad de su costa, lo que permite a los investigadores tener en cuenta fácilmente los factores ambientales».
Al conocerse la noticia, voceros de organizaciones ambientalistas expresaron su preocupación sobre una posible utilización de criaderos de peces en jaulas en el marco de este programa.
«Queremos crear alternativas de calidad que nos den la capacidad de proporcionar alimentos a una población en crecimiento»
«No hay ninguna intención de criar peces en el Mar Rojo» y «no habrá jaulas» dentro del proyecto, aseguró Mihal Levy, la científica jefe del ministerio de Agricultura, citada por el diario Yediot Ahronot. «Los asuntos del bienestar animal -añadió- son importantes para el ministro» Forer.
Por otro lado, Levy destacó las ideas que están impulsando este programa. «Todo el mundo está lidiando con la seguridad alimentaria y queremos hacer del estado de Israel una fuente de innovación y conocimiento», indicó la científica.
«Hay mucha incertidumbre» en ese frente, y por ello «queremos crear alternativas de calidad que nos den la capacidad de proporcionar alimentos a una población en crecimiento en Israel y en todo el mundo», concluyó.
Este no es el primer programa israelí que busca impulsar el conocimiento sobre los mejores métodos para producir alimentos en zonas desérticas, una capacidad que el país viene desarrollando desde sus primeros años, incluso desde antes de la independencia en 1948.
No lejos de Eilat, la Universidad Ben-Gurion del Negev cuenta con los Institutos Jacob Blaustein para la Investigación del Desierto (BIDR, por su sigla en inglés), donde desde hace muchos años se vienen desarrollando estudios y experimentos en este terreno.
Aunque la universidad tiene su base en Beer Sheva, la ciudad más importante del Negev, los BIRD se encuentran en el kibutz Sde Boker, famoso por haber sido el lugar que eligió para retirarse el ex primer ministro David Ben-Gurion.
De los BIRD forman parte, por ejemplo, la Escuela Internacional Albert Katz de Estudios del Desierto y el Instituto Asociado Francés de Agricultura y Biotecnología de las Tierras Áridas.
En ese instituto, científicos israelíes y de alrededor del mundo llevan a cabo investigaciones dirigidas a comprender los diferentes componentes del sistema Suelo-Planta-Atmósfera y a mejorar la tolerancia de los cultivos al estrés, desarrollando métodos biotecnológicos para la producción sostenible.