La mítica y temible CIA, la Agencia Central de Inteligencia externa de Estados Unidos, tiene una firma de inversiones que busca tecnologías de avanzada en todo el mundo, y que puso también sus ojos en una prometedora startup de Israel.
Se trata de Kela Technologies, una startup que fundó un grupo de emprendedores después del ataque terrorista del 7 de octubre del 2023 contra el sur de Israel, que dejó cientos de muertos y secuestrados y la convicción de que el país necesitaba mejorar sus defensas.
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Con menos de un año de existencia -la empresa se creó en julio del 2024- Kela completó una ronda de capital semilla de 11 millones de dólares liderada por Sequoia, seguida casi inmediatamente por una ronda de Serie A de 28 millones de dólares liderada por Lux Capital.
La compañía, señaló la prensa israelí, «desarrolló una plataforma abierta que permite a los ejércitos occidentales integrar tecnologías comerciales de vanguardia en sus sistemas militares».
Es decir, es un verdadero «motor de búsqueda» de tecnología dual, dispositivos desarrollados para uso civil pero que pueden tener importantes aplicaciones bélicas o de inteligencia.
Según informó el portal Ctech, de Israel, «varios inversores ángeles y fondos también participaron en la financiación» inicial de Kela, incluyendo In-Q-Tel (o IQT), el fondo de inversión estratégica de la CIA.
«El capital permitirá a Kela acelerar el desarrollo y la implementación de su plataforma, primero en Israel y posteriormente en los mercados de defensa occidentales», añadió el reporte.
Otra startup de la cantera de la Unidad 8200
Al frente de Kela, con el cargo de presidente, se encuentra Hamutal Meridor. Este emprendedor, como no podía ser de otra manera, sirvió en la legendaria Unidad 8200 de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), especializada en inteligencia y semillero de incontables startups.
«Nos encontramos en medio de una revolución tecnológica que definirá el futuro de la seguridad en el mundo democrático», dijo Meridor.
Citado por el portal israelí, el emprendedor aseguró que «el apoyo inicial de los principales fondos estadounidenses, Sequoia y Lux, no es solo un voto de confianza, sino un testimonio de la importancia de la misión que aspiramos a liderar».
After months of secrecy, Israeli defense startup Kela unveils its vision with $39M in funding.
The much-anticipated company, founded after October 7, is building an open platform to modernize military technology.https://t.co/pFUYrJ1ZBP— CTech (@Calcalistech) March 17, 2025
Ctech explicó que la plataforma de Kela «facilita la rápida integración de tecnologías civiles», incluyendo modelos avanzados de inteligencia artificial (IA), sensores y dispositivos periféricos, en «los sistemas militares existentes».
De esa manera, añadió, ayuda a encontrar «respuestas en tiempo real a los desafíos operativos en el campo de batalla».
El sistema, siguió el reporte, «recopila información de diversas fuentes, la procesa en tiempo real y la presenta a través de una interfaz de comando unificada, lo que permite un control total sobre todos los sistemas y activos conectados».
«Este enfoque está diseñado para optimizar la toma de decisiones y permitir respuestas rápidas y precisas ante amenazas en constante evolución», completó.
La sombra del 7/10
Los acontecimientos del 7/10 «pusieron de relieve la necesidad de nuevas ideas y soluciones avanzadas en el campo de batalla moderno», aportó Alan Dror, otro de los fundadores de Kela.
«A medida que los desafíos del combate se vuelven más complejos -concluyó Dror-, los ejércitos occidentales requieren una respuesta rápida, flexible e innovadora, que no dependa de sistemas pesados ni de proveedores exclusivos».
Ese parece ser un buen resumen de las intenciones detrás de In-Q-Tel, el fondo de inversión de la CIA, creado a fines de la década del ’90 del siglo pasado mientras se registraba el boom de Silicon Valley y sus nuevas y asombrosas tecnologías.
La firma de la CIA, apuntó el analista Jon Keegan, sale «a buscar en el mercado para ver qué nuevas tecnologías interesantes están surgiendo, con la vista puesta en cosas que serán beneficiosas para la comunidad de inteligencia y la comunidad de defensa de Estados Unidos».
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In-Q-Tel, estiman los expertos, amasó un fondo de cerca de 1.200 millones de dólares en capitales listos para invertir en empresas emergentes que llame su atención, como ocurrió con Kela.
Entrevistado por el portal Marketplace, Keegan dijo que In-Q-Tel «está buscando empresas que tal vez tengan un producto que ya esté en el mercado pero que podría ser ventajoso para la comunidad de inteligencia o de defensa».