La Knesset, el parlamento unicameral de Israel, aprobó un paquete de asistencia a la economía por unos 15000 millones de shekels (algo más de 3900 millones de dólares), para ayudar a los comercios y negocios del país afectados por la guerra que estalló tras el ataque terrorista del 7 de octubre.
El paquete de ayuda compensatoria del Ministerio de Finanzas incluye subvenciones a empresas de todo el país que estén sufriendo daños indirectos debido a la guerra, un programa de reembolso de salarios y medidas de ayuda para los empleados a los que se les concedió licencia sin goce de sueldo.
Según reportó la prensa israelí, el paquete se aplicará de manera retroactiva al 7 de octubre y hasta finales de este mes de noviembre.
El proyecto prevé compensaciones para empresas con un volumen de ventas anual de entre 12000 y 400 millones de shekels que hayan sufrido una caída de ingresos de al menos el 25 por ciento en octubre o del 12,5% durante un período de dos meses hasta finales de noviembre.

Esas empresas, indica el programa de asistencia, tendrán derecho a un reembolso de hasta el 22% de sus gastos fijos.
Los efectos de la movilización y de los desplazados
Además de las caídas en las ventas, la guerra está generando un serio problema a la economía israelí a causa del dramático recorte a la fuerza de trabajo que provocó la movilización de decenas de miles de reservistas para la campaña militar en Gaza.
Un reporte difundido este jueves por el Banco de Israel (el banco central), estimó que la ausencia de esos miles de trabajadores a causa de la guerra le está costando a la economía nacional unos 2300 millones de shekels (600 millones de dólares) a la semana, o alrededor del 6 por ciento del PIB semanal.
Además, otras 200.000 personas tuvieron que abandonar las comunidades a lo largo de las fronteras sur y norte tras el ataque del 7 de octubre, que dejó más de 1400 muertos y miles de heridos.