Una aparente contradicción atraviesa a una de las más famosas marcas de helados del mundo, la estadounidense Ben & Jerry’s: la sede central quedó envuelta en una polémica por su posición anti-israelí, mientras que la filial local no para de crecer y abrirá una nueva planta.
En el 2021, una decisión de la empresa colocó a la heladería en las páginas de noticias internacionales de los medios globales: dejar de vender sus postres en Judea y Samaria, la región también conocida como Cisjordania, clave en la disputa entre Israel y los palestinos.
Israel ocupa esos territorios desde que los capturó en la Guerra de los Seis Días. Está básicamente aceptado que formarán parte de un eventual estado palestino, pero la presencia israelí en la región es innegable.
Orientada por convicciones «progresistas» heredadas de sus fundadores, Ben Cohen y Jerry Greenfield, dos hippies judíos estadounidenses que crearon los helados en 1978, la empresa a menudo emite opiniones sobre conflictos alrededor del mundo.
Aunque su casa matriz es el gigante capitalista Unilever, los directivos de Ben & Jerry’s no dejan de opinar de política internacional. A mediados de enero de este año incluso reclamaron públicamente un cese del fuego en la Franja de Gaza, aunque sin condenar el ataque del 7/10.
Una porción del 50 por ciento del mercado
Todo eso parece importarle poco al dueño de la franquicia en Israel, Avi Zinger. En el 2021, en medio de la polémica por la venta de helados en Cisjordania, Unilever se quisó sacar el asunto de encima y le vendió la marca en Israel a Zinger.
Según informó el portal israelí de noticias económicas Globes, Ben & Jerry’s acapara nada menos que el 50 por ciento del mercado de los helados envasados en tamaño familiar en el país.
Zinger quiere ahora expandir el negocio a otros productos, como el yogurt helado y la crema helada en conos. Para ello, necesita ampliarse. Globes dijo que el fabricante israelí de Ben & Jerry’s construirá una planta en la nueva zona industrial de Kiryat Gat, en el sur del país.
La nueva fábrica en la pujante zona industrial (donde tiene sede, por ejemplo, el coloso informático Intel) involucra una inversión de alrededor de 130 millones de shekels, unos 35 millones de dólares.
Actualmente, la empresa produce sus helados en una fábrica que ocupa diez dunams (10.000 metros cuadrados) en Beer Tuvia, cerca de Kiryat Malahi, también en el sur de Israel.
Por su lado, la nueva fábrica de helados Ben & Jerry’s, de 20 dunams, «tendrá líneas de producción basadas en tecnologías avanzadas y su inauguración está prevista para el 2026″, señaló el portal.
¿De dónde vienen las cerezas?
«Introduciremos importantes innovaciones en el sector alimentario y aumentaremos nuestra cuota de mercado», prometió Zinger, citado por Globes.
A pesar del ruido de las polémicas anti-israelíes generadas desde la sede central de la heladería, sigue funcionando una relación comercial entre Ben & Jerry’s global y Ben & Jerry’s Israel.
Citado por el diario, Zinger reveló que los helados fabricados por Ben & Jerry’s Israel se venden solamente en el mercado nacional (incluyendo Judea y Samaria) y que la mayoría de los ingredientes son producto del país, como la crema y los huevos.
Pero otros ingredientes, como cerezas y brownies, «se compran de la marca global», al igual que el packaging.